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Seguridad pública y operación policial

CON MÉXICO EN LA MENTE

Seguridad pública y operación policial

Seguridad pública y operación policial

HÉCTOR SÁNCHEZ GUTIÉRREZ (*)

La seguridad pública es un indicador interno de la seguridad nacional, que tiene como fin la paz pública y la tranquilidad ciudadana, mediante el cumplimiento de las normas de convivencia sana y la educación cívica de la ciudadanía; su instancia coercitiva para la prevención y mantenimiento del orden público son los cuerpos de policía.

Vivimos una confusión semántica y conceptual en las visiones y acciones, que no ha permitido construir las instancias que atiendan las acciones para alcanzar los fines mencionados, impactando severamente los objetivos constitucionales de integridad, estabilidad y permanencia del Estado mexicano, convirtiéndose en una amenaza a la seguridad nacional.

.... para solucionar un problema no basta identificarlo y repetirlo: es imperativo aceptarlo.

La seguridad pública implica un conocimiento claro de la situación que prevalece en el país; prever y prevenir riesgos a la sociedad, organizar y promover la participación ciudadana;

Construir cuerpos policiales que protejan las personas y sus bienes, en colaboración y cooperación, aprovechar nuestra división política federal; atendiendo geográfica y temáticamente un esfuerzo subsidiario de apoyo a las instancias más débiles.

.... la suma de esfuerzos, la coordinación y colaboración en la atención de tareas en una división del trabajo respetuosa y complementaria siempre da buenos resultados.

El desafío es definir la misión y tareas que va a cumplir esta organización, precisar límites, que no yuxtapongan o confundan las funciones de prevención social con la participación de la sociedad y la prevención policial, persecución del delito, procuración e impartición de justicia; construir estructuras resilientes a la corrupción.

Evitar la injerencia política desquiciante, que tolera y promueve el crecimiento de la delincuencia; privilegiar el desarrollo humano de los elementos policiales y superar el estigma social que resta autoridad a la figura policial, fortaleciendo la relación con el ciudadano.

En México existe un alto grado de temor, desprecio y desconfianza ciudadana hacia la policía, que genera una reacción similar en sentido contrario y una dinámica de reprobación mutua; la corrupción es un problema enquistado en los cuerpos policiales tanto en su relación con los ciudadanos como a nivel institucional: prevalece un orden "paralegal" que marca toda interacción entre los policías en forma vertical y transversal; esto se traduce en un mal desempeño y en la comisión constante de abusos, errores y conductas delictivas.

.... nuestros cuerpos policiales se encuentran influidos por normas culturales negativas.

El esfuerzo debe enfocarse a unificar y aplicar doctrina y disciplina, apegados al orden, justicia y respeto a los derechos humanos; definir funciones individuales, colectivas y de área; establecer normas generales y de detalle; diseñar procesos modernos de selección y reclutamiento.

Para que un policía se desempeñe adecuadamente, debemos establecer reglas claras y permanentes para darles la certeza de que la policía puede ser un proyecto de vida para él y su familia; proporcionarles apoyos morales, materiales y financieros para vivir, operar y para su desarrollo humano.

La profesionalización, educación y capacitación de los cuerpos policiales deben formar, capacitar, educar, desarrollar y especializar profesionalmente cuadros de mando; convertirlos en líderes; asignarles autoridad y exigirles que asuman su responsabilidad; con un ssistema de ascensos basado en la formación profesional, académica y la experiencia en el ejercicio de mando.

La meta debe ser crear una cultura de confianza y rendición de cuentas entre las instancias de seguridad-justicia y los ciudadanos:

Alcanzar la simbiosis policía-ciudadano mediante las semejanzas biológicas, psicológicas y sociales.

Recordar que los elementos policiales son miembros activos de la sociedad que protegen.

.... Debemos erradicar el estigma de la profesión.

La estrategia para lograrlo debe considerar tres vertientes que atiendan la política y el impacto tanto en la sociedad como al interior de las corporaciones policiales; la jurídico-penal, que implica cumplir y hacer cumplir la norma que rige la convivencia sana; y la de tener puntual, oportuna y verazmente informada a la sociedad de las acciones realizadas y los logros obtenidos en el cumplimiento de su función.

Identificar y atender las atribuciones que nuestra norma jurídica establece a la seguridad nacional y seguridad pública es elemental para construir y operar corporaciones policiales, siempre con el apoyo y colaboración, capacidades y experiencia de las instancias existentes.

La retórica política que rechaza la inseguridad creciente en el país y la justifica responsabilizando el pasado, ha dado los primeros pasos para su corrección, por su aceptación reciente del señor Presidente.

* El autor de esta colaboración es General de División Diplomado de Estado Mayor y Maestro.

Escrito en: Con México en la mente seguridad, policiales, pública, cuerpos

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