Consecuencias de la crisis

La crisis económica derivada de las medidas tomadas en todo el mundo para evitar los contagios de coronavirus ha llevado a millones de personas a vivir en condiciones más vulnerables que previo a la declaración de la pandemia.

Nuestro país no es la excepción, los cálculos que han hecho autoridades y especialistas nos dicen que alrededor de 10 millones de personas pasaron a vivir en condiciones de pobreza, lo cual, lamentablemente, no solamente tiene efectos de corto plazo, sino de largo plazo cuando niñas y niños en edad escolar dejan de asistir a la escuela, quedándose al margen de la vía más segura, aunque ciertamente no la única, para lograr movilidad social, que es la educación.

Las consecuencias de la pandemia se verán en muchas dimensiones y a lo largo del tiempo. En el presente lamentablemente ha traído muerte y dolor para muchas familias, además de las consecuencias económicas respecto a la pérdida de empleo para millones de personas y el cierre de negocios. Sin embargo, las consecuencias a largo plazo, sobre todo para las personas que derivado de la pandemia han disminuido su nivel de bienestar, es algo que habrá que seguir analizando en los años por venir.

La crisis de salud y económica que estamos viviendo tiene efectos a lo largo del ciclo de vida porque impacta de manera importante en las decisiones que toman las familias. Por ejemplo, en familias con integrantes menores de edad, las decisiones que toman respecto a su permanencia o no en la escuela son decisiones que tendrán un impacto en la vida de esas niñas y niños; en otras familias el impacto financiero de vender activos en caso de enfermedad durante la pandemia y los años que les costará repornerlos; para otras perder su fuente de empleo o cerrar el negocio que les da sustento diario.

Cada una de las familias que ha tenido que tomar decisiones que tienen un impacto en su bienestar, lo hace en un contexto de vulnerabilidad debido a las condicione que estamos viviendo, el impacto de esas decisiones será, lamentablemente, de largo plazo.

Tomando en cuenta esto, es indispensable que evitemos una tercera ola de contagios que pueda afectar de nuevo, directa o indirectamente a las familias más vulnerables, es necesario retomar las recomendaciones de hace un año: si es posible, quedarse en casa, mantener la distancia social recomendada, usar cubrebocas y no estar en lugares con aglomeraciones y poca circulación de aíre. Después de más de un año de pandemia ya está demostrado que el virus se transmite por el aire, por lo que es necesario que el regreso a actividades (oficinas, escuelas, etc.) se haga considerando el conocimiento que hemos acumulado sobre el virus y su forma de propagación.

Históricamente nuestra entidad ha mantenido una alta movilidad de personas y mercancías con el puerto de Mazatlán, en donde lamentablemente se ha registrado un aumento de contagios; Sinaloa es la única entidad con semáforo rojo en el país en estos momentos. Si es posible evite viajes a ese destino turístico por ahora, de nosotros depende en buena medida tomar las medidas de precaución necesarias para evitar una tercera ola de contagios que pongan en una situación aún más vulnerable y precaria a familias que ya han vivido durante más de un año las consecuencias de las medidas contra la pandemia.

Twitter: @jesusmenav