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Regreso a clases presenciales

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JESÚS MENA VÁZQUEZ

El regreso a clases presenciales en muchas entidades del país, incluida la nuestra, es ya un hecho. Sin embargo, todavía no es posible identificar con claridad los efectos de la decisión de regresar a clases presenciales en el número de contagios.

En esta entrega quiero destacar algunos puntos que pueden ser motivo de discusión pública conforme pasen las semanas y veamos los efectos del regreso a clases presenciales, además de recalcar la importancia que pueden tener las reglas que establezcan los gobiernos locales en un retorno a clases con mayor seguridad, teniendo en cuenta el conocimiento que tenemos ya del coronavirus.

El contexto actual de la pandemia, que incluye una variante altamente contagiosa como es la Delta, el regreso a clases presenciales sin duda representa un reto para evitar rebrotes que pongan en peligro la vida de quienes, todavía sin estar vacunados, tienen alguna condición de salud que los haga propensos a desarrollar cuadros graves de la enfermedad y requerir hospitalización.

Entre otras cosas es necesario tener claridad del estado que guarda la infraestructura de las escuelas a las que volverán nuestras niñas y niños. ¿Tienen ventilación adecuada los salones de clase? ¿Es posible mantener una distancia adecuada entre las y los alumnos? ¿Las autoridades educativas federales y locales han plasmado el conocimiento que ya tenemos del virus en la logística para un regreso seguro a clases?

Por otro lado, es necesario que quienes estarán al frente de un salón de clase se sientan seguros al desarrollar su trabajo, por ejemplo, ¿se decidirá administrar una tercera dosis a los maestros, después de que la farmacéutica Cansino recomendó una dosis de refuerzo de su vacuna?

El conocimiento que ahora tenemos del virus nos indica que muchas medidas de desinfección son un desperdicio de recursos financieros (tapetes sanitizantes, por ejemplo) que se distraen de lo que es realmente importante, como asegurar ventilación suficiente en los espacios educativos.

En algunas escuelas privadas tal vez los protocolos para el regreso a clases, en adición a los marcados por las autoridades, contemplen purificadores de aire o medidores de dióxido de carbono, sin embargo, la mayoría de los alumnos del sistema educativo asisten a escuelas públicas y es ahí en donde se debería de hacer un esfuerzo para que las condiciones sean lo más seguras posible y se incluyan algunas de estas medidas.

Si no es posible implementarlas en cada escuela pública por razones financieras, tal vez pueda si sea posible implementar un esquema de equipos itinerantes para realizar mediciones aleatorias de dióxido de carbono en las escuelas de una determinada zona, además de implementar, si existe la aprobación de los padres de familia, pruebas aleatorias de antígenos a alumnos como una manera de controlar los posibles brotes infecciosos mediante el rastreo de contactos.

El regreso a clases presenciales, en el contexto de la variante Delta del coronavirus, representa un reto para evitar contagios en los grupos de población que todavía no están vacunados. Las autoridades locales, tanto estatales como municipales, en coordinación con la federación, necesitan establecer esquemas que permitan minimizar los riesgos del regreso a clases presenciales, aplicando el conocimiento científico que ya tenemos del virus. En unas semanas más, de acuerdo a los datos de contagios y hospitalizaciones, sabremos si la estrategia que se ha decidido para regresar a clases presenciales ha sido exitosa en minimizar los riesgos de contagio.

Twitter: @jesusmenav

Escrito en: Vida pública clases, regreso, presenciales, posible

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