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La resistencia a los antibióticos representa uno de los desafíos más grandes para la salud pública a nivel global

Estiman 10 millones de fallecimientos en los próximos 25 años 

La resistencia a los antibióticos representa uno de los desafíos más grandes para la salud pública a nivel global

La resistencia a los antibióticos representa uno de los desafíos más grandes para la salud pública a nivel global

AGENCIAS

La resistencia a los antimicrobianos (antibióticos, antivíricos, antifúngicos, entre otros medicamentos) representa uno de los desafíos más grandes para la salud pública a nivel global. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera una de las 10 principales amenazas para la humanidad no solo en el presente, sino también en el futuro.

Dicho fenómeno se presenta cuando las bacterias, los virus, los hongos y otros microorganismos dejan de responder a los fármacos, pues estos se vuelven ineficaces para abordar diversos padecimientos e infecciones, lo cual dificulta su tratamiento y, a la vez, incrementa el riesgo de que se propaguen.

De acuerdo con la OMS, cada año se registran más de 700 mil muertes en el planeta debido a infecciones causadas por bacterias resistentes a los antimicrobianos. A largo plazo, este problema podría ocasionar cerca de 10 millones de fallecimientos en los próximos 25 años, por lo que la alarma mundial crece cada vez más.

Además de un aumento en la mortalidad y de amenazar la capacidad para combatir diferentes afecciones, conlleva un impacto económico significativo pues, al requerir cuidados más intensivos y estadías más prolongadas en los hospitales, el costo de la atención médica aumentará, advierte la Organización Panamericana de la Salud.

En el caso de las bacterias, "la resistencia a los antibióticos existe desde mucho antes de su creación; es un fenómeno natural. Las bacterias producen mecanismos para poder competir por los nutrientes en un ambiente ecológico, ya que hay muchos agentes externos en el entorno que pueden afectarlas.

"Al concentrarse grandes cantidades de antibióticos para tratar enfermedades infecciosas, lo que se ha propiciado es separar aquellas bacterias que tienen la capacidad de resistir a estos. A dicha manifestación se le conoce como presión de selección", explica en entrevista Rafael Valdez Vázquez, director médico de Antiinfecciosos en Pfizer México.

Expertos consultados enfatizan que la causa fundamental de la resistencia a los antimicrobianos (RAM) es el uso excesivo e inadecuado de estos fármacos. "Si introducimos un antibiótico para tratar una enfermedad de manera innecesaria, éste afectará también a las bacterias que tenemos normalmente en el organismo, y estaremos generando una presión de selección de bacterias con estos mecanismos de resistencia.

"Aunado a ello, estos microorganismos poseen la capacidad de comunicarse entre ellos y transferir dichos mecanismos de resistencia. Por ejemplo, existen bacterias capaces de producir enzimas que inhabilitan a cierto grupo de antibióticos; dicha habilidad pueden transmitirla entre ellas y, así, propagarse", señala Valdez Vázquez, especialista en infectología.

En cuanto a las bacterias, la resistencia surge por permitir que éstas se expongan al antimicrobiano con mayor frecuencia y de modo más prolongado. 

"De manera que, para revertir este proceso, estos no deben emplearse cuando no están indicados, además de que se debe disminuir al máximo la duración del tratamiento para no darle al microorganismo el tiempo suficiente para desarrollar la resistencia", indica Julio Méndez Leañez, presidente del Programa de Administración de Antimicrobianos de Mayo Clinic Florida.

La OMS contempla también, entre los factores que aceleran la aparición y la propagación de la resistencia a los antimicrobianos, la falta de acceso a agua limpia tanto para personas como animales; medidas escasas de control de enfermedades e infecciones; acceso deficiente a medicamentos, vacunas y medios de diagnóstico asequibles; la falta de conocimientos; y el incumplimiento de la legislación.

En tiempos de pandemia

El brote de covid-19 que sacude al mundo desde el año pasado ha propiciado que se abuse aún más de los antibióticos. Y no porque estos medicamentos consigan algún efecto sobre esta enfermedad, sino porque, debido a las hospitalizaciones, han aumentado las infecciones adquiridas dentro de los centros de salud.

"Aquellos pacientes que se encuentran en las unidades de cuidados intensivos, en estado crítico, son susceptibles a presentar diferentes complicaciones, las cuales se conocen como 'infecciones asociadas a la atención en salud o nosocomiales'. Cuando una persona cuenta con un dispositivo para ventilarse -como una intubación- o, bien, un catéter o sonda, hay vías de entrada para los microorganismos", apunta Rafael Valdez Vázquez.

Y es que el uso inadecuado de antimicrobianos favorece también que las bacterias comunes desarrollen una resistencia múltiple a diferentes clases de antibióticos con el paso del tiempo (de ahí que reciban el nombre de superbacterias), lo cual ocasiona que diversas afecciones sean más difíciles de controlar.

"Los hospitales son un reservorio de estas superbacterias. Residen ahí porque es, precisamente, donde los pacientes acuden. Entonces, estos microorganismos llegan, colonizan de manera fácil a los enfermos y, después, los llevan a tener una infección. Sobre todo en las grandes ciudades, y aunado a situaciones como la covid-19, estos centros reciben hoy en día a un mayor número de personas", advierte el infectólogo Méndez Leañez.

Tratamientos a la medida

El incremento de las poblaciones de bacterias multirresistentes ha obligado a los médicos a analizar otras alternativas de tratamiento, como la mezcla de antibióticos. No obstante, esto puede ocasionar que dichos microorganismos se vuelvan aún más fuertes (y de manera más rápida), además de que se presenten efectos colaterales en los pacientes.

"La combinación de estos medicamentos puede ser un recurso cuando nos enfrentamos a una infección causada por una bacteria resistente. Sin embargo, no es lo más recomendado. Entre más antibióticos usemos, promoveremos que se generen bacterias cada vez más resistentes. Lo ideal es disponer de herramientas de diagnóstico precisas que nos ayuden a identificar el microorganismo y el antibiótico adecuado para combatirlo", afirma el director médico de Antiinfecciosos en Pfizer México. 

Por otro lado, el presidente del Programa de Administración de Antimicrobianos de Mayo Clinic Florida puntualiza que "otro de los inconvenientes que surgen al poner en práctica una terapia de combinación es que se presentan efectos colaterales y tóxicos derivados de los diferentes antibióticos.

"Como consecuencia de esta alternativa, el paciente podría desarrollar falla renal y ameritar diálisis; presentar diarreas e, incluso, fallecer como resultado de esas complicaciones generadas por el uso de estas terapias de combinación". De ahí que su prescripción genere controversia y únicamente se recurra a ésta en casos extraordinarios.

Soluciones en camino

Para hacer frente a la amenaza que representa la resistencia a los antibióticos, no basta con desarrollar nuevas y mejores moléculas, también es necesario erradicar el mal uso de estos fármacos. Aparte de los médicos, la responsabilidad de este fenómeno recae en otros actores, como la industria agroalimentaria e, incluso, en los propios pacientes.

"A través de múltiples estudios, ha quedado demostrado que hasta un 80% de las prescripciones de un antibiótico, en lo que refiere a infecciones de vías respiratorias o gastrointestinales, son inapropiadas. Por ello, es importante ofrecer educación médica continua y capacitación en el uso de estos medicamentos.

"Respecto a la industria agroalimentaria, en ésta se echa mano de grandes cantidades de antibióticos en la producción ganadera, avícola, porcina y ovina, como los profilácticos, los cuales promueven el cambio de la microbiota intestinal de los animales para que aumenten de peso", detalla Rafael Valdez Vázquez.

Los especialistas coinciden en que los pacientes también juegan un papel relevante ante este desafío. En primer lugar, deben cuestionarle a su doctor si su padecimiento amerita realmente el uso de un antibiótico. En segundo, que no vayan a consulta con el objetivo de obtener este tipo de fármaco. Por último, no lo tomen sin una prescripción médica.

"Otra de las grandes limitantes que existen, a nivel médico y de la industria farmacéutica, es que, durante las dos décadas más recientes, el desarrollo de nuevos antibióticos estuvo muy disminuido. Sin embargo, se han producido ya algunas nuevas moléculas, las cuales han sido aprobadas por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), y se están comenzando a utilizar", menciona Julio Méndez Leañez.

De acuerdo con información de la empresa de tecnología IBM, el diseño de estos fármacos es un proceso extremadamente complejo y largo, ya que hay más combinaciones químicas posibles de una nueva molécula que átomos en el universo. No obstante, equipos de investigación como el de esta compañía estadounidense han creado sistemas de inteligencia artificial capaces de ayudar a acelerar la creación de moléculas para antibióticos novedosos. El desafío está sobre la mesa.

700 mil

muertes en el planeta se registran cada año debido a bancarias resistentes.

Escrito en: antibioticos estos, bacterias, resistencia, antibióticos

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