Inicia la última etapa del gobierno de Aispuro Torres

José Rosas Aispuro Torres rindió ayer su quinto informe de Gobierno ante el Congreso local y, con eso, se dio paso al último tramo de la administración del primer mandatario estatal emanado de las filas del Partido Acción Nacional (PAN) rompiendo así la "dictadura perfecta" que durante más de 80 años mantuvo el Revolucionario Institucional (PRI).

El evento del Quinto Informe de Gobierno ante el Poder Legislativo ocurrió sin trascendencia para una buena parte de la población. Si bien es cierto, Aispuro Torres es el único mandatario en el país que acude a escuchar directamente a los diputados locales, el formato es un tanto lento, pesado, a veces aburrido, se prolonga durante horas. No es sencillo que despierte el interés general.

Como toda administración, la de Aispuro Torres registra altibajos; tiene aciertos, pero también fallas y la pandemia de la Covid-19 ha implicado un reto adicional. Tal vez, su obra más señalada sea el puente elevado "Francisco Villa" en la ciudad de Durango, que al principio fue pensado como una obra emblemática de este sexenio pero se ha convertido en un dolor de cabeza y con suerte lo podrá inaugurar poco antes de concluir su sexto año de Gobierno.

Ayer, la diputada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Marisol Carrillo, le recordó al mandatario que llegó a la gubernatura en gran medida debido al enojo de la población contra los gobiernos priistas: se buscaba un cambio. El entonces candidato dijo que castigaría a quienes habían saqueado al Estado y, bueno, al final todo quedó en palabras y terminó en alianza con los "enemigos", ahora amigos, para contrarrestar el avance de los morenistas. Esa situación, sin duda, fue una gran decepción para más de uno, y quizás será un reclamo que lo seguirá por varios años más al igual que el famoso "Sedecogate".

Desde hace ya varios meses se comenzaron a mover las piezas políticas rumbo a la carrera por la gubernatura pero, a partir de este momento, la lucha se acrecentará al interior de los partidos, luego en las campañas políticas, vendrán los conflictos post electorales hasta tener a una persona ganadora, dejando de lado, poco a poco, al mandatario en turno hasta quedar en un segundo o tercer plano. Sin embargo, el compromiso de Aispuro Torres, según mencionó, es trabajar sin descanso hasta el último día de su responsabilidad y sacar adelante proyectos estratégicos.

Para esta última etapa de su mandato, anunció que se generarán cerca de 12 mil empleos en 42 proyectos económicos en diferentes regiones del estado, en ramos tales como energía solar, minería, metal mecánico.

En lo que respecta a la ciudad capital, está pendiente la modernización a seis carriles del Arroyo Seco al Puente de La Ferrería, así como la construcción de la vialidad calle Pasteur, de Felipe Pescador hasta el bulevar Estación Central.

Además, falta por concluir el eje carretero interestatal Durango-Culiacán, la introducción del cableado subterráneo en 12 manzanas del centro de Gómez Palacio y avanzar en creación del Corredor T-MEC.

De manera que aún hay mucho trabajo pendiente para esta administración estatal y esperemos que, por el bien de la población, en esta última etapa se cumplan los objetivos trazados.

PUNTO Y APARTE.- El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer el Censo Nacional de Gobiernos Estatales (CNGE) 2021, programa que ofrece información estadística sobre la gestión y desempeño de las instituciones que integran a la Administración Pública de cada entidad federativa, específicamente en las funciones de Gobierno, medio ambiente y justicia cívica (únicamente para la Ciudad de México).

Al cierre de 2020, había 2,239 instituciones de las administraciones públicas estatales. La cantidad de titulares al frente de estas fue de 2,161: el 69.5% eran hombres, 25.5% eran mujeres y para el restante 5.0% no se especificó el sexo. Además, 1.6% perteneció a algún pueblo indígena, mientras que 0.9% presentaba alguna condición de discapacidad.

En Durango, en 56 instituciones, el 71.9 por ciento estaban dirigidas por hombres, el 26.3 por ciento por mujeres y el 1.8 por ciento estaban vacantes.

Tales números reflejan que, pese a los discursos que opinan lo contrario, aún existe el llamado "techo de cristal" que impide al sexo femenino llegar a los puestos de alta dirección. Y esto es solo lo que pasa en la administración pública estatal; falta lo que pasa en los otros niveles de Gobierno y en la iniciativa privada.

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