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Impidiendo la transformación

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ENRIQUE IRAZOQUI

La verdad que poco atractivo resultaba para cualquier persona que tuviera actividades ya programadas, distraer su atención para ver y escuchar el mensaje del presidente Andrés Manuel López Obrador con motivo de su Tercer Informe de Gobierno.

Anteriormente los informes presidenciales eran conocidos como el día del presidente en los tiempos del partido único (el PRI), pero se fueron transformando el instalarse la democracia electoral a nivel federal en 1997 -a nivel federal con la pérdida de la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados por parte del priismo ante partidos opositores tanto de derecha como de izquierda- en verdaderos sainetes de baja ralea en el recinto legislativo que tuvo su punto más álgido con Felipe Calderón, amén de su estrecho triunfo electoral, provocando que lo antes era el día en que toda la clase política y empresarial mexicana rendía pleitesía al tlatoani sexenal, se tuviera que modificar a una ceremonia fuera del recinto legislativo en la que el presidente ahora con audiencia presencial controlaba dictaba su mensaje.

En el presente sexenio se vive con esa nueva realidad y antier López Obrador hizo lo propio desde Palacio Nacional. Cuidando que su atril estuviese al lado de un enorme retrato del presidente Juárez, el actual mandatario recetó una retahíla en la que su gestión realmente está transformando al país desde su perspectiva.

Ciertamente se han generado cambios, sin duda; definitivamente, Andrés Manuel es un presidente distinto a lo que en México se había tenido. Ha dejado de lado los gastos suntuosos y tratamiento faraónico para la investidura presidencial con cargo al pueblo, que tanto disfrutaron sus antecesores, tanto priistas como panistas. Ha vuelto a separar con mucha dignidad al poder político del poder económico, en beneficio claro del pueblo. También durante su gestión se han gestionado las finanzas públicas con prudencia y cautela, lo que ciertamente ha mantenido a raya el control de la inflación y el tipo de cambio. Incluso el índice precios y cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores está en niveles históricos -este índice reacciona a otros factores, pero el orden económico que ha impuesto este gobierno en la hacienda pública es uno fundamental-

Tampoco en el mensaje del presidente López Obrador podían faltar las sandeces. Presumió que las remesas que recibe el país están en su punto más alto, como si aceptar que en México no hemos sido capaces de generar históricamente los empleos necesarios para todos los nuestros y que el hambre y la necesidad ha provocado que millones de paisanos crucen ilegalmente la frontera norte para buscar mejores oportunidades para ellos mismos y para sus familias que muchas veces dejan en su tierra de origen. Los dólares que los braceros desterrados que mandan a México constituyen las remesas que el Presidente se atrevió a presumir. Es verdad que el problema es de décadas atrás, pero la economía mexicana sigue todavía siendo incapaz de ofrecer oportunidades para todos, por lo que el proceso de expulsión de compatriotas hacia los Estados Unidos persiste.

Sin embargo, durante el informe el Presidente hizo también recuentos que deben reconocérsele, como la ya mencionada reinstauración de la honrosa medianía en la burocracia, pero particularmente señaló que ha tomado acciones que sus adversarios difícilmente se atreverían a desaparecer como lo es la vuelta al dispendio a ojos de todos, las pensiones a los adultos mayores, las becas para jóvenes (sic) pero sobre todo, la atención a los pobres.

El problema con el presidente López Obrador es que aún en su informe continúa generando la división de la sociedad mexicana. Cuando presumió sus números espetó con respecto a los que él llama tecnócratas un "tengan para que aprendan" puesto que hay datos que demuestran que su gobierno ha sido ordenado. Pero como ha sido ordenado, ha sido también incompetente en muchas áreas, particularmente en el campo de la salud donde la pandemia ha matado a mucho más mexicanos que los que debieron morir si se hubiese manejado como mucho más apego a la ciencia que la ideología.

La caída en la inversión pública y privada es el mal que nos llevará al estancamiento económico que redundará - ya está sucediendo- en que más mexicanos entren en condición de pobreza y ni qué decir con la seguridad pública en la cual la 4T sencillamente hasta ahora ha fracasado en ese aspecto.

Hay claros y oscuros como en toda gestión; el decoro es una virtud que ha llegado con este dignatario, pero el resentimiento que guarda a los sectores intelectuales y económicos le nublan el juicio impidiendo que la transformación que promueve termine por llegar.

Escrito en: No hagas cosas buenas... presidente, sido, Obrador, López

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