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6 de septiembre de 2021

ORQUÍDEAS A LA LUZ DE LOS SIGLOS

6 de septiembre de 2021

6 de septiembre de 2021

DANIELO HERNÁNDEZ

Sin duda septiembre ha sido un mes en el que suceden acontecimientos que han definido el rumbo o han dejado una profunda huella en la memoria colectiva de nuestro país. Ya sean hechos históricos fundamentales que nos llenan de orgullo como el inicio y fin de la guerra de independencia hace ya dos siglos, o dolorosos recuerdos provocados por la pérdida que significaron los desastrosos sismos en 1985 y 2017, en ambos casos la historia que se escribió a partir de estos hechos hizo que México fuera un país distinto.

Este septiembre de 2021 no ha sido la excepción, la primer semana nos ha dejado con sentimientos encontrados ante la estridencia de los sucesos que se presentaron: por un lado, la furia de la naturaleza con un sismo de gran magnitud que afortunadamente no pasó a mayores y por otro, la histórica decisión que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha tomado respecto de terminar de una vez por todas con la persecución, el acoso jurídico y el disfrute coartado de derechos a las mujeres de este país.

Y es que, amén de los argumentos morales y de conciencia que se puedan esgrimir desde los bandos que se oponen o defienden la despenalización del aborto, es un hecho cierto, que el estado tiene la obligación de garantizar las condiciones -cuando menos en el papel- para que sus gobernados puedan libremente tomar una decisión que les permita vivir en sociedad, sin el temor de que el uso de sus derechos se vea impedido o restringido con alguna sanción.

Los ministros de la Corte de Justicia -ocho hombres y tres mujeres- en un acto de justicia histórica, decidieron este pasado seis de septiembre declarar inconstitucional cualquier legislación que criminalice a una mujer que tenga la necesidad o desee practicarse un aborto. Aun y cuando el proyecto de sentencia fue presentado por un varón -el ministro Luis María Aguilar-, es muy seguro que esta disposición jurídica ha tenido que ver también con el hecho de que ambas salas de la corte se encuentran presididas por mujeres: las ministras Ana María Ríos Fajat y Yasmin Esquivel Mossa.

La decisión que fue respaldada por diez de los once ministros, no deja pie al desacato o a la apelación y aunque si bien es cierto, de momento solo se aplica específicamente contra lo dispuesto por legislaciones de Coahuila y Sinaloa, es también una realidad, que a partir de este momento ningún juez local o federal podrá castigar a una mujer por abortar voluntariamente pese a que los códigos penales estatales condenen dicho acto.

El fallo de la Corte obviamente no abre la puerta a la proliferación de los abortos como muchos han argumentado, sino que garantiza la libertad que la mujer tiene sobre su cuerpo y su decisión de ser o no madre sin el temor a ser perseguida por el estado.

Más importante aún, la sentencia obligará a todas las entidades federativas de la república, a adecuar sin retrasos sus legislaciones en el mismo sentido y permitirá, que las instituciones de salud públicas y privadas garanticen las condiciones propicias para que los abortos se realicen con la seguridad y sanidad clínica suficiente.

Las mujeres de este país que decidieron o necesitaban practicarse un aborto, no podían seguir cargando con el lastre que significaba por una parte el juicio de la sociedad y por otra la posibilidad de ir a la cárcel, tampoco merecían ser condenadas a una muerte casi segura por practicarse el procedimiento en la clandestinidad.

El paso que da este país con este fallo, nos coloca un lugar adelante en la salvaguarda de los derechos de las mujeres.

La decisión de abortar o no, estará en cada una, pero ya no habrá más mujeres encarceladas o muertas por intentar ejercer ese derecho.

Escrito en: Orquídeas a la luz de los siglos decisión, septiembre, derechos, practicarse

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