TJP lleva sobre la piel su pasión luchística

A los 13 años, ocultar la identidad en la lucha libre era algo necesario para aquel niño que estaba por debutar, o al menos para el promotor que le dio su primera oportunidad. Aquel día, portando una máscara del legendario Súper Muñeco, selló un pacto con la cultura mexicana ligada al pancracio, que casi veinte años después, tiene de vuelta a Teddy James Perkins en los encordados aztecas, donde como estrella retará a un viejo conocido por su campeonato: Volador Jr.

Es un verdadero nómada de los cuadriláteros. "Pero me gusta, porque mi trabajo es especial, me agrada conocer muchas culturas, todo eso lo llevo conmigo. Soy un tipo Forrest Gump", acepta TJP, el gladiador estadounidense que ha hecho de su vida un sube y baja de emociones que explota con la misma intensidad en Japón, México, Estados Unidos, o a donde su pasión luchística lo lleve.

Ama el "wrestling", es su forma de vida, pero vivir cerca de la frontera lo acercó a Mil Máscaras, El Santo, Blue Demon, Rey Mysterio, Psicosis y la Parka. A México. "Crecí en Los Ángeles, California, muy cerca de la cultura mexicana, cruzaba a Tijuana y Mexicali en los inicios de mi carrera, en mis primeros combates. Es la mejor cultura de lucha libre, es parte de mi alma".

DE VUELTA

Después de recorrer las empresas más grandes del mundo, TJP defiende ahora la bandera de la New Japan Pro Wrestling y lo hace en un territorio conocido, donde parece haberse detenido el tiempo. "Las arenas (en México) no han cambiado, todo es muy clásico entonces y ahora. Como luchador es diferente, porque antes empezaba a luchar y regresó con más responsabilidad de encabezar un cartel y todo lo que eso representa, pero lo hago con toda esa experiencia ganada en WWE, Impact y New Japan".