Editoriales

Desde la frontera

¿Habrá alianza en 2022?

Desde la frontera

¿Habrá alianza en 2022?

¿Habrá alianza en 2022?

ROMEN GARCÍA ARTEAGA

Entrado el 2022, mientras el bando morenista tiene ya definida su candidata, la alianza tripartita entre PRI-PAN-PRD sigue estirando el elástico de la definición para la cita electoral del próximo mes de junio. Marina Vitela es ya la abanderada de la 4T en Durango y, pese a la inconformidad de José Ramón Enríquez, ningún indicio apunta hacia un cambio en la elección del candidato. El doctor lo seguirá intentando y ha anunciado una caravana desde Durango hasta la Ciudad de México para reclamar el lugar que considera propio, pero resulta muy improbable que la dirección de Morena dé marcha atrás a una decisión que, sin lugar a dudas, debió contar con el visto bueno del presidente López Obrador.

Pese a todo, la 4T en Durango avanza y la ola guinda, que ha pintado ya más de la mitad del país, empieza a divisarse ya desde las orillas duranguenses. Quienes pueden evitarlo, en el lado de la coalición, no parecen ser capaces de ponerse de acuerdo para salvar el mayor escollo: el candidato a la gubernatura. Y lo digo así, en masculino, porque las opciones femeninas que levantaron la mano para optar al puesto parecen haberse diluido en el tiempo. Tanto Leticia Herrera como Gina Campuzano, las mejora situadas en el tricolor y el blanquiazul respectivamente, llevan mucho tiempo en silencio. Lo cual se puede interpretar de dos maneras: se bajaron de la carrera electoral o están esperando a que los hombres se hagan pedazos para resultar finalmente como opciones que presenten mayor consenso. Aunque el consenso y la coalición Va por Durango no parecen será términos compatibles en estos últimos tiempos.

El PAN cerró filas por completo alrededor de Héctor Flores y todos sus candidatables dieron un paso atrás a favor del exsecretario de gobernación. Pero en el PRI la pugna sigue. Enrique Benítez, a pesar de que incluso él mismo sabe que no será candidato, continúa su presión. No tanto por mantener vivas sus propias pretensiones, como por tratar de desacreditar la candidatura de Esteban Villegas. Aún así, este último sigue resultando en las mediciones demoscópicas el mejor situado para enfrentar a su amiga Marina Vitela. Disputarían un electorado similar y con la definición morenista, Villegas ha ganado enteros para ser nominado como candidato, pues sería él quien más fácilmente pudiera restar apoyos a la abanderada de la 4T.

Por si faltaba algún ingrediente, el hermano menor de la coalición, el PRD, ha añadido más tensión al ambiente preelectoral. David Ramos, coordinador de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática en el Congreso local, declaró que si el PRI no se decide a postular a EVV para la gubernatura, serán ellos quienes lo hagan. Éramos pocos y parió la abuela, que dice el refranero. Lo cierto es que el matrimonio de conveniencia entre el PAN y el PRD, conformado para disputar la hegemonía al tricolor en la entidad, lleva firmado más tiempo del que ha durado la alianza Va por Durango. Pero este movimiento de Ramos no ha sentado nada bien en las filas de un blanquiazul que lo apuesta todo a Héctor Flores. David Ramos, que cualquiera que haya visto cómo se desenvuelve en el Congreso se habrá dado cuenta que de política sabe bastante, es capaz de predecir que el candidato con más probabilidades de ganar está hoy en el instituto tricolor y se apellida Villegas. Y que poner a un candidato desconocido para la mayoría, como Flores, para enfrentar más que a Vitela, a la maquinaria electoral morenista, no parece la mejor alternativa.

El PAN inflexible registrando a su precandidato, el PRI roto desde dentro con una dirección estatal incapaz de marcar el rumbo y el PRD apostando por el candidato de la discordia. La situación en la alianza Va por Durango está extremadamente delicada. Quizá de tanto estirar el elástico se acabe rompiendo. Y quizá, por el bien de Durango y el de los propios partidos que hoy la conforman, el mejor futuro que pueden tener sea una separación a tiempo. Antes de despellejarse en la campaña o acudir a la contienda electoral con menos fuerza, puede que la mejor opción para la coalición termine siendo para cada quien tomar su propio camino.

Escrito en: Desde la frontera Durango, alianza, electoral, candidato

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas