La tradicional rosca de reyes

Inicia la cuenta regresiva para que en México y otros países, miles de niños reciban en sus hogares a los Reyes Magos (Melchor, Gaspar y Baltasar).

Esta tradición cristiana es la que da por terminadas las celebraciones iniciadas en la Navidad y trae consigo varios rituales. Por ejemplo, hay niños que acostumbran a llenar sus zapatos de pasto para que los reyes puedan alimentar a sus camellos. En otras regiones como Italia o Alemania, es una hada o bruja buena la que en esta fecha ofrece regalos no sólo a los niños sino también a los adultos. En México, lo principal es la rosca de reyes.

Mientras que unos la relacionan con una representación que complementa a la corona de adviento, hay quienes dicen que tiene su origen en las saturnales romanas, esas fiestas dedicadas al dios Saturno para que el pueblo romano celebrara los días más largos que comenzaban tras el solsticio de invierno.

Para festejar, preparaban pasteles redondos decorados con higos, dátiles y miel. Después, en el siglo III, colocaban en el interior del panecillo una haba seca para que, a quien le tocara, fuese nombrado rey durante un breve periodo.

Poco a poco la tradición se extendió por los países y la receta se modificó. Hoy en día hay roscas rellenas de queso crema, cajeta, frutos secos, de sabores... las opciones son infinitas para complacer a todos los paladares.

En nuestro país, son muchos los que acostumbran partir rosca la noche del 5 de enero. Otros prefieren hacerlo el 6. Sea cual sea el día, en su interior hay varios muñecos de plástico pequeños que hacen alusión a Jesucristo. Quien lo encuentre deberá ofrecer tamales y atole a los presentes el 2 de febrero, el día de la Candelaria.