2022, el año de las definiciones
Durante buena parte del año pasado, he dedicado este espacio editorial de los miércoles para dar a conocer acciones y personajes que han escrito episodios importantes en la historia política contemporánea de nuestro país con miras a que, podamos tener una visión más amplia e informada sobre el presente y porvenir de la situación política nacional.
Lo mismo he abordado vida y obra de mujeres y hombres que han sido referentes en la lucha democrática y la consolidación de las instituciones, que he mencionado hechos sociales que por su relevancia y trascendencia le dieron un giro a la manera de hacer política. Haciendo un alto en el camino, he de reconocer que entre todos los temas que aquí se expusieron, no siempre los procesos para la consolidación de la democracia fueron tersos y sin contratiempos y que lamentablemente, en más de una ocasión tuvieron que mediar hechos de sangre para que el curso de la historia tuviera un cambio.
Sin embargo y a pesar de las vicisitudes, el común denominador presente en los actores de estas historias siempre terminó persiguiendo un mismo fin: el bien mayor que representa la nación o el proyecto democrático por encima de los intereses de beneficio personal, o las aspiraciones mezquinas de unos cuantos hambrientos de poder.
Este 2022 será un año de muchas definiciones. Habrán de ser renovadas seis gubernaturas en el mismo número de entidades federativas y en tal proceso, el principio de paridad de género será un requisito indispensable que sufrirá toda clase de escrutinios, cuestionamientos e incluso ataques.
A pesar de lo anterior, estoy cierto que una gran mayoría nos habremos de pronunciar respecto a la posibilidad de que ahora sea ahora una mujer quien conduzca los destinos de la entidad en que vivimos, sin embargo no faltarán las voces que pretendan por todos los medios aferrarse a una posición que desestime la paridad como un asunto de suma importancia.
Ante tal panorama, los asuntos de la paridad de género nos urgen a que tomemos una postura firme a favor del avance de las instituciones y el respeto que se han ganado las mujeres en una lucha que no acepta retrocesos ni menoscabos.
En 2022 estamos listos para un cambio de paradigma en la administración pública, esperemos que quede atrás cualquier amague de confrontación y violencia. Nuestro estado y nuestro país requieren cuanto antes la unidad y la suma de esfuerzos antes que la división.