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La magia de los Reyes Magos y los regalos...

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VANESSA BARDÁN PUENTE

Estos amigos en realidad eran tres astrólogos, de nombre Melchor, Gaspar y Baltasar, que fueron guiados por la estrella de Belén para entregarle los regalos que llevaban como ofrenda al Mesías.

Estos magos eran unos sabios y personas conocedoras de las escrituras y por lo tanto también sabían de las profecías escritas por los profetas del antiguo testamento, los cuales predijeron el lugar y sitio donde nacería El Salvador. Ellos viajaron miles de kilómetros en busca de Jesús para conocerlo y adorarlo, cada uno llevaba consigo un obsequio diferente, que más que un bien material tendría un significado más simbólico y espiritual.

Regalaron incienso, que siempre ha estado vinculado con símbolos de divinidades, esto significa que se reconocía el carácter divino de Jesús como Dios. Regalaron la mirra, que es una sustancia perfumada de color rojo, considerada como un bálsamo precioso, el aroma de la espiritualidad. Y le regalaron oro. El oro, ha sido un símbolo de riqueza y poder, según la tradición era una ofrenda común entre los soberanos para mostrar respeto entre ellos, lo regalaron al niño Jesús como símbolo de que lo reconocían como nuevo Rey.

Pero, quizá el regalo más importante que los magos ofrecieron a Jesús fue la humildad que enseñaron al inclinarse ante él.

A cambio Jesús les regaló el privilegio, la magia y la vida eterna y los colmó con la ilusión y la emoción que él había sentido cuando acudieron a visitarlo. Desde entonces por siglos de los siglos los tres Reyes Magos, cada 6 de enero vienen a colmar de bendiciones los corazones y nutren el espíritu de miles de niños con ilusiones, esperanzas y anhelos y nos recuerdan la importancia de nuestro niño interior, potenciar el vivir con la inocencia, con el disfrute, el juego y la risa.

Todos los niños tienen derecho de mantener viva la ilusión por la magia de los Reyes Magos, a la mayoría nos gustan los regalos, pero la magia de dar y recibir regalos está en el intercambio de aprecio que demostramos y sentimos por otra persona, el acto de dar debe siempre estar acompañado de auténticos sentimientos de buena voluntad. Las manos son extensiones del corazón, ábrelas para dar y recibir. Los regalos no solo son cosas materiales, debemos tener siempre en cuenta que la parte más importante del obsequio es la energía que ponemos en él.

La selección de los regalos es casi un ritual ya que implica elegir cuidadosamente, con corazón y mente lo que representará nuestros deseos de amor, con cada regalo les recordamos a nuestros seres queridos lo importantes que son para nuestra vida y lo mucho que los amamos, todo a través de un presente material que nos representará en materia y espíritu.

Es muy importante considerar que el valor del mismo lo define el amor con el que fue elegido para esa persona especial. Si no te gusta lo que recibes, cambia lo que estás dando, pues un regalo que no es bañado con la energía que somos capaces de generar al amar intensamente a alguien, no es un verdadero regalo, pues aun cuando sea muy costoso materialmente hablando, si carece de esa energía que sale de los corazones de cada uno es muy difícil que cumpla con su misión: amar a los demás y envolverlos en luz y alegría.

A veces suceden cosas inesperadas e inexplicables para chicos y grandes: buenas noticias, te rencuentras con personas que hace mucho no veías, llega la ayuda en el momento oportuno o detalles que iluminan tu rostro y te sacan una sonrisita y no es casualidad, son los milagros y la magia.

El milagro y la magia sucede cuando menos lo esperas, seguramente conoces personas que dicen "no tengo mucho que ofrecerte", pero te ofrecen felicidad, te hacen reír, te dan lealtad, te dan tiempo, dulzura, presencia, te dan amor y tal parece que no saben que es lo mejor que alguien puede ofrecerte, sin duda no hay nada más hermoso que regalarle paz a alguien.

Cada ser humano debe buscar internamente la estrella de Belén que lo guiará al nacimiento, al mundo le faltan Reyes Magos que hagan magia y conserven esa ilusión, se necesita que los hombres nunca olvidemos a los niños, para que jueguen y aprendan lo bonito de la vida, para que no les falte ni techo, ni pan y puedan vivir en paz su infancia.

Solo cree sin importar nada, cree, con la fe inquebrantable de un niño, cree mucho y cree siempre, aunque las cosas se pongan adversas, los regalos del cielo te llegan todos los días, yo te lo aseguro.

Escrito en: CARIÑOTERAPIA magia, regalos, Jesús, Reyes

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