Y se encendió de pronto la alarma de división en el panismo local
Pues que sonó la alarma del divisionismo dentro de las filas panistas, encendida por el alcalde Jorge Salum al anunciar su registro para buscar la reelección. De inmediato brotaron preguntas ya previsibles, incluso al interior de la coalición "Va por Durango", porque hasta hoy todo indicaba que sería José Antonio Ochoa el único aspirante por el PAN para la alcaldía de la capital del estado.
Con esta novedad volvió, obviamente, el beneplácito al gabinete del actual Ayuntamiento; en cuestión de minutos, la mayoría de los directores y otros funcionarios municipales subieron a sus redes sociales el anuncio del registro de Salum, previsto para ayer mismo a las 6:50; como se recuerda, muchos de estos colaboradores se sintieron desmoralizados cuando, a través de un video, el alcalde dijo que no buscaría la candidatura al gobierno del estado, hace unas semanas.
En cambio, nada bien cayó la noticia en el equipo de José Antonio Ochoa, quien la víspera había dado a conocer su inscripción, también para la tarde de ayer, a las 5:30, como precandidato a la presidencia municipal de Durango, en un evento virtual, por encontrarse aislado a consecuencia del COVID-19.
Singular importancia adquiere la lucha por esta candidatura, porque ambos llevan años con un anhelo en común, aunque uno de llegar al cargo y otro de continuar allí. Como se recuerda, en el 2016 Jorge Salum tuvo que disciplinarse y ceder la candidatura a José Ramón Enríquez Herrera, de Movimiento Ciudadano en ese entonces, ya que el hoy senador había amenazado con desligarse de la coalición con el PAN y PRD si no encabezaba esa fórmula.
Y el panismo, en aras de no generar una posible fractura en la alianza tripartita, le solicitó a Salum olvidarse de su aspiración por esa vez, pero quedaría de número uno en la lista para la próxima ocasión. De entonces a la fecha, un cúmulo de acontecimientos han pasado, pero ninguno como para hacer que los protagonistas de la historia electoral dejen de lado sus intenciones.
En el 2019, Jorge Salum resultó candidato del PAN a la presidencia municipal de Durango y fue a José Antonio Ochoa a quien le tocó el turno de disciplinarse. Acordó con Salum la unidad partidista y lograron la victoria frente a José Ramón Enríquez, a quien el electorado del municipio le negó seguir al frente del Ayuntamiento.
Ahora, para el 2022, Ochoa estaba listo para encabezar la fórmula panista para la alcaldía capitalina e incluso parecía convencido que tanto el PRI como el PRD, que van en la coalición, lo respaldarían en esa aspiración tan esperada y anhelada por varios años.
Es innegable que, tanto Salum como Ochoa son quienes más han trabajado las estructuras panistas en el municipio de Durango; es decir, en gran medida, el posicionamiento de ambos es lo que sostiene al PAN como primera fuerza en esta ciudad. Entonces, el hecho de que ambos contiendan por el mismo cargo hace soplar aires de división y, sólo con dar a conocer que buscará reelegirse, Jorge Salum le dio un "manotazo al avispero" y los seguidores de José Antonio Ochoa deben estar un paso más allá de la incomodidad, por no decir enojo. Parecía que no, pero es evidente que "hay bronca en el ejido". Al tiempo.
COLMILLOS Y GARRAS
CON LAS CIFRAS diarias de nuevos casos, Durango está ahora ante la inminencia de pasar al semáforo color naranja, incluso al rojo. Ya suman más de 3 mil 500 casos en lo que lleva el presente año y, aunque es cierto que la movilidad social ha disminuido, es urgente que baje más... Y ANTE TANTA necesidad, en el estado creció en un 65 por ciento la demanda de concentradores de oxígeno, además de oxímetros, cánulas nasales, boquillas, mascarillas quirúrgicas, caretas y todo lo demás... EN LAS DEPENDENCIAS públicas se están registrando, para no variar, contagios al por mayor. Tan sólo en el Hospital Materno Infantil se reportaron 60 trabajadores contagiados de distintas áreas, mientras que en la delegación federal de Bienestar hay unos 20 empleados enfermos del programa 65 y más; estos últimos se quejaron de están siendo obligados a trabajar, pese a padecer COVID-19.
TWITTER @rubencardenas10