Aunque para muchos soñar con ser famosos parece mágico, para algunos la presión de estar en el ojo público supera la estabilidad emocional personal, y eso fue justo lo que le ocurrió a la "influencer" Daniela Rodrice también conocida como "La chica".
Para la estrella de Youtube los números comenzaron a subir de la nada en su canal de la plataforma, luego de que se hicieran virales sus reacciones a tiktokers y su particular modo de hablar. En sus videos siempre se ha mostrado sincera respecto a su lucha contra la ansiedad, sin embargo, llamó la atención su presencia en el programa de Karla Díaz, Pinky Promise, en donde habló de la inestabilidad que despertó en ella el crecer repentinamente en números.
La también empresaria, quien es la fundadora de la línea de maquillaje de superventas Raldh Cosmetics, habló sobre el precio que tuvo que pagar por ser tan famosa.
"El precio es alto (...) de repente tenía dos millones de seguidores y de repente ya eran 3", dijo Rodrice.
"Yo vivía en un mundo de ansiedad desde que estoy en primaria, no, yo conozco la ansiedad desde que tengo uso de razón, para mi no existe un mundo sin ansiedad, yo vivía terribles momentos de depresión, terribles momentos de ataques de pánico, problemas alimenticios y demás", añadió.
Señaló que comenzó a realizar contenido para internet para ayudar a otras personas que estaban pasando en la misma situación que ella, sin embargo, cuando creció su fama y la comenzaron a seguir otros famosos, ella no lo tomó bien, debido a que sentía responsable de lo que habla con sus seguidores.
"Yo no sabía que había un mundo feliz allá fuera, voy con el don loqueras, y me hace una cita con el psiquiatra, y si ya no tengo refugio, ya no puedo más(...) Yo tengo que medicarme por esto", señaló Rodrice.
"El día que me tomé las pastillas fue terrible, dije ya perdí la batalla, ya no pude ser yo (..)necesito que alguien me ayude porque si no me voy a matar y esta gente se va matar sin mi", concluyó.
Sin embargo, luego de que Rodrice recibió ayuda, dijo que ahora logró sentirse feliz.