Editoriales

Desde la frontera

Un debate que perdió el IEPC

Desde la frontera

Un debate que perdió el IEPC

Un debate que perdió el IEPC

Romen García Arteaga

El primer debate de los candidatos a la gubernatura de Durango organizado por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) resultó más que mejorable. No así por el desempeño de los contendientes, como por el formato diseñado por la propia organización. Los debates electorales son una herramienta fundamental para que la ciudadanía pueda conocer en profundidad no solo las propuestas de las diferentes candidaturas, también la capacidad de quienes aspiran a gobernar, la solvencia de sus argumentos y la manera de interactuar entre los contendientes. De un debate se pueden sacar distintas conclusiones: qué candidatos se entienden mejor, quién expone con mayor claridad sus ideas o hacia dónde pueden orientarse futuros acuerdos entre partidos. Nada de eso lo aclaró este primer ejercicio organizado por el IEPC, al que llamaron debate, pero no lo fue. En menos de una hora es prácticamente imposible dar espacio para confrontar tres proyectos de gobierno para los próximos seis años. Los tiempos tan limitados que se establecieron no daban lugar a que los candidatos interactuaran y se replicaran como se espera en un debate. Dedicar 20 segundos a contestar una acusación o contradecir una idea expuesta por el contrario, dejaba un tiempo insuficiente para exponer las propuestas que la gente espera escuchar. Por esta razón, los candidatos evitaron utilizar su turno de réplica para esto mismo, y optaron por seguir colocando fragmentos de su programa electoral. Una decisión lógica atendiendo a las limitaciones, pero que apagó mucho el atractivo que tendría un debate electoral en condiciones. Además de los tiempos, el otro factor que anuló la posibilidad de una buena discusión política fue un formato extremadamente encorsetado. La aleatoriedad de la temática en el primer bloque deja fuera muchísimos temas cruciales. “Durango en México y el mundo” fue el asunto que la suerte eligió y obligó evidentemente a los candidatos a tratar de colocar otros mensajes que buscaban rentabilizar, más que responder a esta cuestión. Por otro lado, las preguntas ciudadanas del segundo bloque fueron muy cómodas, dando de nuevo la posibilidad a los candidatos de salirse por la tangente. Para la siguiente ocasión, es necesario que el IEPC se replantee el formato para organizar un debate atractivo y que dé para evaluar efectivamente a los contendientes. Ello pasa por organizar bloques temáticos en torno a las problemáticas fundamentales: economía, salud, educación, igualdad, programas sociales… Dar tiempo y flexibilidad suficiente para propiciar que los candidatos se interrumpan, discrepen, se desmientan, interactúen, debatan en definitiva. Y no hablo por supuesto de buscar grilla o descalificaciones en lugar de propuestas, sino de plantear un espacio atractivo y entretenido, que permita de verdad conocer cómo se desenvuelven los candidatos. En cuanto al desempeño de los contendientes con las limitaciones ya expuestas, destacaría la imagen solvente y experimentada que mostró Esteban Villegas. Fue el único candidato capaz de adaptarse al formato sin convertir sus intervenciones en una retahíla de propuestas leídas como hicieron sus compañeras. Marina Vitela y Paty Flores tiraron de guión para optimizar sus tiempos colocando el mayor número de propuestas. La candidata de Morena encontró en cuatro letras todas las soluciones: AMLO; mientras que la de MC halló en solo tres el culpable de todos los problemas: PRI. En definitiva, este debate se quedó en exposición de propuestas. Pero hay todavía tiempo suficiente para plantear mejor el segundo programado para el 12 de mayo. Se requiere un plató más producido, una señal de retransmisión de mayor calidad y un formato más flexible y dinámico. Cierto es que el escaso presupuesto con el que goza la institución, que puso en peligro incluso la celebración de las elecciones, no da para mucho más. Pero replantear el diseño requiere más creatividad que inversión. En Durango hay talento más que suficiente para hacerlo. El objetivo de esta columna no es otro que invitar al IEPC a aprovecharlo y crear un espacio televisivo a la altura de la contienda por el gobierno de Durango.

Escrito en: Desde la frontera candidatos, debate, formato, primer

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas