No sólo se desechó la reforma eléctrica; también cualquier 'concertacesión'

Junto con la reforma eléctrica, el voto del PAN, PRI, PRD y MC echó por tierra también cualquier posibilidad de alcanzar acuerdos electorales entre este bloque partidista con Morena y sus aliados. Quedó claro, tras el resultado de la maratónica sesión legislativa del domingo, que ambas fuerzas librarán en lo sucesivo nuevas batallas políticas, legislativas y electorales. La próxima será, para no ir muy lejos, el primer domingo de junio en seis estados, entre estos Durango.

La contundencia que mostró el PRIANRD, junto con Movimiento Ciudadano, al votar en contra de la reforma impulsada por Andrés Manuel López Obrador, pulverizó no sólo la iniciativa presidencial, sino los rumores difundidos acerca de posibles negociaciones con el PRI para ceder posiciones electorales que estarán en juego el 5 de junio, como la gubernatura del estado de Hidalgo.

En el caso de Durango, tampoco faltaron versiones y rumores acerca de supuestos acuerdos para que la gubernatura, incluso algunas alcaldías, quedaran en manos de candidatos de la coalición "Va por México", pero el férreo rechazo a la reforma eléctrica comprobó que no tenían sustento estas interpretaciones.

Si bien es cierto que la no aprobación de la reforma eléctrica representa una victoria política y legislativa para la oposición, no sucede así en lo electoral. Innegable es que en el Congreso federal expresaron su voluntad los diputados de cuatro partidos, pero en las urnas se manifestarán los electores, no todos conformes, por cierto, con el desempeño de sus representantes populares el domingo.

De alguna manera, la oposición mostró ese día que no dejará pasar ninguna otra reforma que requiera el voto de la mayoría calificada en el Congreso, pero no es seguro que esta decisión influya en el actuar del electorado el día de acudir a las urnas. Allí la historia podría ser diferente, o quizás no.

Así las cosas, conviene recordar aquel pronóstico del dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, acerca de que sólo tenían posibilidades de ganar Aguascalientes, de modo que si algunos pensaron que se podría intercambiar Hidalgo por los votos de legisladores priistas en favor de la reforma eléctrica a nivel federal, ese sueño tan esperanzador -sobre todo para la cúpula del PRI, que tiene muchos intereses en Hidalgo- ahora quedó hecho añicos.

En Durango, mientras tanto, la batalla por la gubernatura sigue pareja entre los candidatos de ambas coaliciones electorales, tanto en la capital como en diversos municipios. Las semanas que le restan a la campaña electoral serán decisivas para todos los candidatos y les debe dar tranquilidad el hecho de que ninguno será sacrificado, en caso de que gane la elección. Si lo que observamos el pasado domingo en la Cámara de Diputados fue un ejercicio netamente democrático, es deseable que se repita el domingo 5 de junio. Después de todo, en la democracia se gana y también se pierde, lo cual no es raro ni malo, siempre que sea en buena lid.

COLMILLOS Y GARRAS