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A Dios le gusta el funk

GABRIEL ACOSTA

Un día desperté una mañana con lo que sería la mejor noticia para mí en tiempos prepandémicos.  Los Red Hot Chili Peppers anunciaron el regreso del guitarrista John Frusciante luego de más de una década de estar ausente, casi en el exilio y desaparecido por completo de la vida pública. No podía creerlo. El anuncio se dio en diciembre de 2019 y, sin saber el futuro que le deparaba a la humanidad, pensé que el 2020 sería el mejor año de toda la historia. 

¡Frusciante está de vuelta! Regresa por segunda vez a la banda de la que alguna vez dijo haber nacido para ser su guitarrista, ahora en su tercera etapa. Regresa después de haber casi muerto en los noventa por sus problemas de drogadicción, luego de que la heroína lo convirtió en poco más que un saco de huesos, luego de alcanzar su punto más bajo, luego de sortear la muerte.

Una sacudida de la vida después, John volvió por primera vez a la banda para grabar uno de los periodos más importantes del grupo con la trilogía de Californication, By the Way y Stadium Arcadium, que dejó canciones que se convirtieron en clásicos. Años más tarde y cansado del ajetreo , la fama, las giras y el aparador enorme que significa estar en una banda de esa magnitud, abandonó el grupo en 2008 para dedicarse a proyectos más enfocados en otros géneros, en la música electrónica y alejados de la esencia Pepper.

Flea, bajista y pilar del grupo, relató en una entrevista que luego de la segunda partida de John pensó en el final de los Chili Peppers, lo cual finalmente no sucedió. 

De la mano de Josh Klinghoffer, músico multiinstrumentista y amigo de Frusciante, continuaron por más de una década, publicando los álbumes I'm with you y The Getaway, y volviendo a las giras por todo el mundo. Sin embargo, sin importar cuán talentoso es Josh, siempre se sintió que faltó una pieza. Cuando reúnes en una sala de ensayo a Anthony Kiedis, Flea, Chad Smith y John Frusciante, algo mágico va a pasar. No tiene explicación, está en su ADN, en su destino. El explorar un lenguaje que solo ellos comprenden y una química que no se perdió con el paso de los años y que, por el contrario, está más fuerte que nunca. "No somos una banda que pone cosas en la computadora, tocamos juntos en una habitación mirándonos unos a otros, sintiéndonos… John no solo está ahí tocando. Su música es él, es su alma, su misión", relata Flea en una entrevista.

Unlimited Love es el primer álbum de los Chili Peppers con John Frusciante en 16 años y está impregnado de su esencia funk, rock y sobre todo del hermoso trabajo en la guitarra con muchos tintes de Jimi Hendrix en la mayoría de los temas, de riffs salvajes, de melodías pegajosas. La pieza que faltaba. 

Aún no me queda claro ni entiendo del todo las razones por las que Frusciante regresó a la banda y al mismo tiempo me invade un nervio de pensar que algún día decidirá marcharse de nueva cuenta. No queda más que disfrutar de esta nueva era y de la música que de ella surja. No queda más que intentar verlos tocando en vivo las veces que sea posible. La única respuesta que puedo atinar a responder sobre los motivos por los que John Frusciante no murió en los años 90 y porque regresó a la bandas cuando la posibilidad se veía tan lejana es que a Dios en verdad debe gustarle mucho el funk y debe ser fan de los Chili Peppers. 

Twitter @gaboacosta89 

Escrito en: Pongamos que hablo de Red Hot Chili Peppers John, luego, banda, Frusciante

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