El gobernador de uno de los estados mexicanos fronterizos con Estados Unidos -y que vive mayores índices de violencia vinculada al crimen organizado- lanzó el viernes una inusual petición: que armas decomisadas a los cárteles puedan reutilizarse y se destinen a policías locales.
Alfonso Durazo, extitular de la seguridad federal y ahora gobernador de Sonora, hizo la solicitud pública ante el presidente Andrés Manuel López Obrador y el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval.
Este estado fronterizo con Arizona tiene gran actividad del crimen organizado -es clave en el tráfico de fentanilo y cuenta con un intenso tráfico de migrantes- y ha sido escenario de sangrientas batallas territoriales entre los "Chapitos", como se conoce a los hijos del narcotraficante encarcelado Joaquín "El Chapo" Guzmán, y bandas aliadas con el narcotraficante fugitivo Rafael Caro Quintero.