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Desde la frontera

Prevenir el suicidio desde los medios

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ROMEN GARCÍA ARTEAGA

Van 69 suicidios en Durango en lo que va del año, uno cada dos días en promedio. Se trata de una cuestión grave y para luchar contra esta lacra todos tenemos que colaborar en la parte que nos corresponde. Los medios de comunicación pueden jugar un papel fundamental para prevenir el suicidio (o todo lo contrario). Por tal razón, hoy dedico mi columna a los profesionales de la comunicación en Durango con el ánimo de generar una reflexión colectiva que nos lleve a generar la mejor forma de comunicar a este respecto.

El sociólogo David Phillips coordinó una investigación entre 1947 y 1968 que demostró cómo la tasa de suicidios en EEUU se incrementaba hasta un 12% al mes siguiente de que el periódico New York Times informara sobre uno de ellos, especialmente cuando se trataba de alguien famoso. "Efecto Werther" fue el término acuñado por Phillips para definir la imitación de la conducta suicida, tomado de la novela "Las penas del joven Werther", donde un joven acaba con su vida después de un infortunio amoroso.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en 2017 la actualización de un documento destinado a orientar a los medios a informar adecuadamente de este asunto: "Prevencio´n del suicidio; Un instrumento para profesionales de los medios de comunicación". En él se afirma que "existe evidencia suficiente para sugerir que algunas formas de cubrimiento periodi´stico [...] esta´n asociadas con un exceso en suicidios", además de señalar que tal impacto es mayor en jóvenes. Anima la OMS a informar de manera apropiada, evitando descripciones detalladas de los métodos usados, prescindiendo de relatar el suicidio como una vía para enfrentar problemas personales y añadiendo en el impacto de este sobre las familias y otros sobrevivientes; entre otras sugerencias.

El tratamiento informativo que se dé a estos episodios debe huir siempre de cualquier pulsión sensacionalista y orientarse adecuadamente a la prevención. Quizá no sea necesario informar de todos los suicidios al momento en que se producen, sino optar por brindar estadísticas periódicas. Tampoco el silencio al respecto ayudaría, sino que contribuiría a esconder una realidad que necesita ser atendida. Proporcionar teléfonos y recursos públicos de ayuda para las personas sensibles en cada información puede contribuir a frenar a un potencial suicida.

Está claro que el tratamiento mediático del suicidio es delicado, pero los medios juegan un rol clave en la prevención del mismo. En ningún caso trato de responsabilizar a los profesionales de comunicación del incremento de los suicidios en Durango. Pero sí animar a seguir las recomendaciones, tanto de la OMS como las que aparecen en Libros de Estilo de muchos medios (como El País), para buscar un mejor tratamiento que contribuya a frenar la estadística. Las responsabilidades más grandes para atacar este drama estarán siempre del lado de la política y las adminitraciones públicas. Es urgente enfrentarlo, porque nos va la vida en ello.

Escrito en: Desde la frontera medios, suicidios, suicidio, tratamiento

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