Danza de la Santa Cruz calle Granada, barrio de Analco en Durango

Es a mediados del siglo XIX cuando inicia en la ciudad de Durango esta festividad en el tradicional Barrio de Analco en la Calle de Granada, dicha calle se encuentra ubicada en una ladera del denominado cerro de "las calaveras", cerro que en mi niñez, en el barrio de Insurgentes, conocía como el cerrito de la cruz.

La danza fue iniciada en el barrio por Don Jesús Flores y su compadre Don Domingo Rocha, ambos albañiles dedicados al trabajo de la construcción, actividad que les hizo ser muy devotos a la Santa Cruz; ellos introdujeron entre sus habitantes la veneración de la cruz a través de la danza, y fue Don Jesús Flores quien trajo el madero de su casa.

En sus inicios era ejecutada solo por personas adultas y vecinos del lugar, especialmente hombres; su vestimenta era sencilla: pantalón, camisa, mandil a la cintura, pañoleta de capa, sonaja, palma con plumas y corona, todo ello motivado y ofrecido por una fe inquebrantable en un ser supremo que los cuida, protege y les da esperanza en un futuro mejor.

A partir de 1950 y hasta la fecha, la danza se sigue ejecutando, los trajes son ya más elaborados y con participación de un gran número de mujeres y niños, al principio se acompañaban por un violín y un tambor, pero al morir el violinista, la danza se acompaña solo por tambores.

La festividad inicia en calle Granada el dos de mayo por la tarde, cuando vecinos y danzantes se dirigen a la casa donde se resguarda una gran cruz de madera llamada por ellos "El Santo Madero"; posteriormente, la cruz cargada por un padrino, es escoltada y llevada a la esquina con la calle Juan E. García.

Frente a la cruz, por calle Granada, los danzantes ejecutan dos o tres sones y posteriormente se entrega una "reliquia", que consiste en una pequeña cruz de madera a manera de prendedor y que es colocada en el pecho a cada uno de los participantes.

Al terminar, las personas del lugar y danzantes en procesión escoltan la cruz con cohetes, aplausos y vivas hasta el cerro de las calaveras donde se le tiene preparado con antelación un altar hermosamente decorado con flores y arreglos diversos.

Con gran destreza y entusiasmo los danzantes bailan durante el resto de la tarde y parte de la noche para posteriormente irse a descansar y estar listos para el día principal.

El día 3 de mayo inicia con las tradicionales mañanitas ejecutadas por diversos músicos y por supuesto al ritmo, colorido y destreza de la danza durante todo el día, que solo es interrumpida para la celebración de la misa y para ir a comer; la tarde y noche se vuelve emocionante con la ejecución de sones como el torito, la viborita o el angelito, donde los viejos de la danza hacen alarde de una gran creatividad y diversión para los espectadores; finalmente, antes de la media noche, la cruz es llevada nuevamente a su resguardo, donde danzantes y vecinos se despiden, los viejos lloran y entre todos se abrazan, saludan y se desean parabienes para el año venidero.

¡Disfrutemos nuestras tradiciones!