Jóvenes de Durango optan por actividades informales para subsistir
En medio de la dinámica ajetreada que las personas suelen traer a diario, un joven músico se dedica a amenizar el momento de quienes pasan por la calle 5 de Febrero, frente a la Plaza de Armas.
Con guitarra en mano y una bocina al lado, interpreta melodías y recibe los donativos que quienes pasan le dan, para poder llevar un ingreso a su familia.
Como él, hay cientos de jóvenes que en Durango han tenido que optar por una actividad informal para poder subsistir, a falta de oportunidades en el ámbito formal.