¡Bravo, Plácido!
8:30PM. Ante una ligera lluvia se dio la primera llamada en los jardines del Centro Cultural y de Convenciones Bicentenario. El público aplaudió, otro abucheó. Muchos habían llegado hasta con dos horas de anticipación, todo para escuchar a quien la cadena BBC nombró "el mejor tenor del siglo XX", Plácido Domingo, el estelar del Festival Internacional Revueltas 2018.
Pero la desesperación también estaba fuera del CCB. Avanzaban lento las largas filas que se extendían hasta dos calles. La paciencia terminó y el control se perdió. En la entrada los elementos de seguridad no pudieron contener a la gente que se amotinó para ingresar. Se aventaban, se aplastaban, se gritaban, se abrían espacio a toda costa. El concierto estaba por empezar. 25 mil (cifra de organizadores) lograron entrar y otros cientos quedaron afuera.
LA NOCHE DE PLÁCIDO
8:40PM. El escenario se iluminó con el arribo del maestro Eugene Kohn. Esa noche dirigió a la Orquesta Sinfónica de la Universidad Juárez del Estado de Durango (Ujed) para el intérprete de sangre española.
El preludio del tercer acto de 'Lohengrin', del compositor Richard Wagner, dio inicio a la 'lluvia de ópera'.
El gran tenor, hijo del barítono Plácido Domingo y de la soprano Pepita Embil, apareció hasta la segunda pieza, otra de Wagner (Die Walkure: 'Wintersturme wichen dem Wonnemond'). La audiencia, eufórica, olvidó el mal rato inicial y explotó en aplausos y gritos de "Bravo, Plácido", mientras el clima poco a poco mejoraba.
El multipremiado intérprete no estuvo solo. Lo acompañaron su hijo Plácido Domingo Ornelas, la soprano Ana María Martínez y el tenor Arturo Chacón-Cruz. Con ellos alternó el programa en actos individuales y en duetos.
Así se disfrutaron los temas 'Rusalka - Canción a la luna' de Dvorák; 'Pescadores de perlas - Duo de los amigos' de Bizet; 'Macbeth: Perfidi!... Pietà, rispetto, amore', el clásico 'La donna è mobile' y 'La Traviata: Dite alla giovine' de Verdi.
Ya había pasado una hora y por primera vez en la noche Plácido dirigió la palabra a los presentes. Se disculpó por los inconvenientes del arranque y agradeció que a pesar de la lluvia siguieran ahí. Se tenía contemplado un descanso, pero dadas las circunstancias y en respeto al espectador, el tenor propuso omitirlo y continuar.
Llegó la segunda parte del programa. Se cedió el escenario al maestro Jorge Armando Casanova, director actual de la Osujed, quien subió para ejecutar 'Conga del fuego nuevo' de Arturo Márquez. Le aplaudieron y ovacionaron con orgullo, él agradeció y entregó la batuta nuevamente a Eugene.
'Ya mis horas felices - La del sotol del parral'; 'Carceleras - Las hijas del Zebedeo'; 'El dúo de la africana - Compréndelo... No cantes más'; 'El último romántico - Bella enamorada'; 'Marina - Feliz morada', 'La boda de Luis Alonso' y 'Amor, de mi vida' siguieron la velada con la misma dinámica de la primera parte.
"Mi padre se llamó Placido Domingo y cantó en Durango. Yo soy Plácido Domingo y canté en Durango, ahora voy a presentarles a mi hijo que también es Plácido Domingo y va a cantarles", dijo el tenor para presentar a su heredero en 'Sabor a mí'.
"Muchas gracias y ahora tengo el placer de compartir el escenario con mi padre", comentó Domingo Ornelas, quien se quedó para regalar a dueto 'Adoro'.
Los músicos y los intérpretes anunciaron su partida, pero había más.
'Júrame', 'Perhabs love', 'Caballero del alto plumero' y 'Perfidia' se escucharon minutos antes de que el mariachi duranguense 'Viva América' apareciera para poner el toque mexicano con 'El son de la negra'. Plácido volvió, ahora con un traje de mariachi para cantar 'Paloma querida', 'Me cansé de rogarle', 'El rey' y decir adiós junto a sus invitados especiales al unísono de 'Bésame mucho'.