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Espera una oportunidad tras cumplir condena

Al salir de prisión se enfrentan a actos de discriminación y abandono familiar.

Espera una oportunidad tras cumplir condena

Espera una oportunidad tras cumplir condena

NALLELY URBINA O.

José lleva casi cuatro años en el Cereso número 1 de Durango: purga una condena de poco más de seis años por un delito sexual. No se esperaba la acusación y menos convertirse en uno de los tres mil 650 presos de este lugar en el que diariamente se elaboran siete mil panes y 550 kilos de tortillas.

"Te cambia la vida, tu tienes planes... (piensas en) un progreso".

Tenía dos meses de haber abierto su taller mecánico cuando lo encarcelaron. El giro de 180 grados a su vida, inició en una celda de dos por cuatro metros, en la que pasó meses deprimido. "Cuando llegué tenía ese odio ese rencor que no me lo podía creer que yo estuviera aquí, nomas me la pasaba en la celda haciendo nada, deprimido bajado (sic) de moral".

Tras asimilar lo sucedido, entendió que no tenía más que a el mismo para quedarse deprimido o salir adelante. Eligió lo segundo y comenzó a estudiar, a trabajar en la tortillería, participar en la iglesia, en cursos "Para la Vida". Así, conoció "gente buena" que está en el lugar.

Antes de que lo encarcelaran había dejado el CBTIS, ya que no le gustaba que su abuelita, quien lo crió, se esforzara demasiado, pues a veces no había dinero ni para los camiones.

"Y la verdad me la tenía que rifar sin libros", dice.

Ya pasaron tres años 10 meses, y mantiene el sueño de tener su propio taller mecánico. "Y créame que lo único que quiero es una oportunidad para seguir adelante".

El estudio se convirtió en una manera de escapar al encierro, algo así como un anzuelo que va picar a la libertad.

Efectivamente, la buena conducta, estudiar, hacer deportes, someterse a revisiones medicas, trabajar o capacitarse para el empleo, forman parte de las nuevas formas de reinserción social establecidas en la Ley Nacional de Ejecución Penal, destacó Gustavo Rivera Ramos director del Cereso 1.

Desde junio de 2016 todas las Personas Privadas de su Libertad (PPL), están obligadas a formar un plan de actividades, dijo al platicar que, bajo estas reglas y con la inclusión de la Iniciativa Privada, hace poco una fundación organizó un campeonato nacional de futbol, en el cual el Cereso metió un par de equipos, Guerreros y Juniors. De llegar a la final que será en Querétaro, "no van a ir, irá el subcampeón pero el mérito lo tienen ellos".

De 8:00 a 1:30 de la tarde José va a la preparatoria del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos de Durango (Cecyted), en el mismo Cereso, junto a casi 90 estudiantes más.

En "la libre" tenía una danza en honor a la Virgen de Guadalupe y a San Judas Tadeo, y ahora formó una en la prisión, donde enseña a sus compañeros.

"Echándole ganas, una mentalidad positiva de terminar la prepa, y hacer nueva vida, a dedicarme con mi familia, hacer vida pues".

El encierro ha sido duro pero ha lidiado con el, al sostener la idea de que la gente que lo conoce, sus vecinos, su familia, sabe que "a nadie le he faltado al respeto, toda mi vida he vivido en esa casa, nunca me he sobrepasado con nadie".

Con voz entrecortada expresó "créame que valgo mucho".

Sin embargo, las cosas no son tan fáciles para las personas "externadas" o liberadas, porque son señalados con índices de fuego, afirma el director.

Por principio de cuentas cuando pides trabajo te exigen una carta de no antecedentes penales.

Indicó que han pedido apertura a los empresarios para la contratación de estas personas pero lo rechazan por temor, incluso pese a que ofrecen vigilancia para prevenir que incurran en nuevos delitos.

Aunque poco a poco esto tiene resultados, existe una pastelería que contrató varias personas liberadas y no han reportado algún problema.

Hay quienes se encuentran en el Cereso por segunda o tercera ocasión, pero José espera que esta sea la única vez en el encierro, solo quiere una oportunidad.

La rutina parece un acto de persistencia en la cárcel y para el se conforma por escuela, comida, ensayos de la danza y la elaboración de cintos piteados.

"Todos merecemos una oportunidad, hay personas buenas aquí que quieren oportunidades, que la gente de afuera los acepte porque todos tenemos errores", dice José, para quien lo más difícil del encarcelamiento es cuando la visita se va.

Profesión

En este nivel existen alrededor de 60 alumnos de las carreras de Comunicación y Derecho.

Maestría

Cinco alumnos del Cereso cursan una maestría que les resulta completamente gratuita, y forma parte de su reinserción social.

Básica

En educación básica hay 300 alumnos, ellos son orientados por asesores del Instituto Duranguense de Educación para Adultos (IDEA).

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