El mar, el siempre mar, es muchos mares.
El mar, el siempre mar, es uno solo.
¿Dónde estuvo antes esta efímera espuma cuyo lampo se apaga a mis pies? Estuvo quizás en las arenas que pisó Odiseo, o en la playa donde Colón puso su estandarte, o en los remotos confines de la Antártida, o en las islas por donde sale el Sol.
Todos los mares son el mismo mar.
Quizá todos los hombres somos también el mismo hombre.
Quizás hemos estado en todas partes, como el mar.
Nos apagamos hoy aquí y luego nos volvemos a encender en otra parte, allá.
Igual hace esta efímera espuma que muere a mis pies.
Igual hace esta efímera espuma que nace a mis pies.
¡Hasta mañana!...