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Aciertos y errores

Jaque Mate

Aciertos y errores

Aciertos y errores

Sergio Sarmiento

Hay siempre un proceso de aprendizaje en un gobierno nuevo. Pero para que éste pueda tener lugar es importante que los errores se reconozcan como tales.

Si la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México marcó el primer mes de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la crisis por desabasto de gasolina fue el tema dominante del segundo mes. Las informaciones sobre escasez de combustible se empezaron a dar de manera aislada en algunas ciudades, como Guadalajara y León, pero después se generalizaron en muchos lugares de la república. Finalmente el presidente reconoció que él había dado la orden de cerrar los poliductos de Pemex para combatir el robo de combustible.

Cerrar las válvulas es una forma curiosa de enfrentar este delito, porque el resultado es dejar a los consumidores sin el producto que se quiere proteger. La decisión procede de un presidente que, por otra parte, promovió de forma activa el robo de electricidad, principalmente en su estado de Tabasco, en protesta por elecciones con cuyo resultado estuvo en desacuerdo.

López Obrador no se ha arrepentido del cierre de los ductos. En un foro tras otro, ha afirmado que la medida no solamente fue positiva, sino indispensable para abatir el robo de combustible. Muchos especialistas afirman, sin embargo, que otras estrategias habrían sido mucho más eficaces, como utilizar al ejército y a la fuerza pública armados de drones de vigilancia para detener a los grupos que ordeñan ductos, atrapándolos con las manos en la masa, y emplear los servicios de inteligencia financiera para detener a los distribuidores y expendedores de gasolina robada. Curiosamente, con el cierre de los ductos estas estrategias se volvieron mucho más difíciles de aplicar.

Si bien algunas regiones del país, especialmente en el norte, no resintieron la falta de combustible, en otras el impacto fue profundo, como en Guanajuato, Jalisco y Michoacán.

Los entusiastas de López Obrador afirman, que con el presidente, la escasez de gasolina fue un precio pequeño que pagar por el esfuerzo para derrotar el huachicoleo. A los periodistas y analistas que cuestionaron esta posición, y que afirmaron que aunque había que avalar la lucha contra el robo de combustible, éste podía hacerse de una forma mejor y sin hacer tanto daño a la sociedad, los han acusado sin pruebas de estar involucrados en el negocio ilícito.

El cierre de los ductos ha tenido consecuencias económicas. La inversión productiva y la actividad económica se vieron afectadas. Si a fines del 2018 los pronósticos de crecimiento para el 2019 coincidían casi todos en una cifra de alrededor del dos por ciento, posteriormente empezaron a bajar. El Bank of America ha ofrecido una previsión de sólo uno por ciento.

Así mismo, el acto ha generado nuevas dudas acerca del proceso de toma de decisiones del presidente. Varias de las medidas que ha impulsado en sus dos primeros meses de gobierno desconciertan porque parecen dejar de lado la lógica económica tradicional, como la que señala que las soluciones no deben ser más dañinas que los problemas que pretenden resolver.

Hay siempre un proceso de aprendizaje en un gobierno nuevo. Pero para que éste pueda tener lugar, es importante que los errores se reconozcan como tales. El problema es que el actual gobierno insiste que lo que los especialistas consideran como sus primeros errores, como la cancelación del aeropuerto o el cierre de los poliductos de Pemex, son más bien sus primeros aciertos.

Twitter: @SergioSarmiento

Escrito en: gobierno, cierre, robo, errores

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