Renuencia a mover la hora en Durango
A 23 años de que inició su implementación, diversas administraciones federales, estatales y municipales han pasado, así como Legislaturas, mostrando actualmente su desacuerdo a que Durango participe una vez más en el Horario de Verano.
Todo inició con un punto de acuerdo en el Congreso del Estado en el que se aprobó solicitar al Congreso de la Unión la exclusión de Durango de este mecanismo, que se implementó desde el año 1996 en casi todo el país con el propósito de generar ahorros en el consumo de energía eléctrica, derivado de que durante el verano los días son más largos que las noches.
Sin embargo, el argumento actual radica en que en más de dos décadas no se ha reflejado beneficio alguno de manera directa a las instancuas gubernamentales y mucho menos al bolsillo de los ciudadanos, pues si bien llega a oscurecer cerca de las 21:00 horas con el Horario de Verano, por las mañanas, al iniciar las actividades escolares y muchas veces las laborales, todavía está oscuro y se deben encender los focos de los inmuebles.
A esto se suman las constantes quejas que desde hace 23 años se vienen exponiendo sobre lo innecesario que resulta el Horario de Verano en Durango, pues por su ubicación geográfica no es necesario ni costeable, aunado a los argumentos clínicos de la afectación que representa para el reloj biológico la modificación en las rutinas diarias por una hora.