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ENRIQUE IRAZOQUI

Ocurrencias

No Hagas Cosas Buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

Qué comportamiento está teniendo los últimos días nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador. Primero revela que envió una carta dirigida al rey Felipe VI de España para proponerle que a nombre del Estado que el monarca representa, ofrezca disculpas a los pueblos originales de México por los atropellos que cometieron los conquistadores españoles hace cinco siglos atrás. Esto a propósito de la conmemoración de 500 años de la batalla de Centla la cual ocurrió en territorio de lo que hoy es el estado de Tabasco y que significo el inició de las hostilidades entre los hombres de Hernán Cortés y los nativos de Mesoamérica. También López Obrador dijo que hizo lo propio con el Vaticano, y el mandó al Papa Francisco misiva solicitándole que la iglesia católica también se disculpara por los abusos cometidos en el evangelización en México.

La revelación de que se envió el documento a la península ibérica por el propio mandatario suscitó reacciones obvias de distintos niveles. El gobierno español lamentó lo sucedido y atajó diciendo que no habría respuesta favorable a los deseos del presidente mexicano. No habrá disculpas tal y como se les ha solicitado. El clima público está ahora crispado ya que están en plena campaña electoral para la presidencia del gobierno, por lo lo partidos políticos a través de sus dirigentes comentaron ante el asunto de la solicitud. Las respuestas correspondieron a su identidad ideológica: el Partido Popular de derecha rechazó categóricamente acceder a la petición del Jefe de Estado mexicano; el Partido Socialista Obrero Español, ahora en el gobierno también se negó a obsequiar la disculpa requerida. Solamente Podemos, partido ubicado claramente en la izquierda del espectro político respaldo el reclamo.

Lo penoso no fue entonces lo que dijeron los políticos, sino personalidades de inteligencia reconocida como lo son los escritores de fama mundial Arturo Pérez Reverte y Mario Vargas Llosa, español y peruano respectivamente. Pérez respondió sentenciado que si el presidente López Obrador envió esa carta con la intención última de que en ésta se solicita es un imbécil, y si lo hizo con alguna otra intención, lo tilda de sinvergüenza. Mario Vargas Llosa, premio Nobel de literatura, en un acto celebrado apenas días atrás en Argentina y ante la presencia del rey Felipe VI, comentó que López Obrador se equivocó de destinatario de la famosa carta. En vez de mandarla a Europa, debió haber dirigido asimismo. Y en vez de pedir que España y la Iglesia respondan por lo sucedido hace 500 años, no se pregunta mejor por qué México, que desde hace 200 años tiene vida independiente, tiene todavía millones de indios marginados y en la miseria.

Ante la polémica, el presidente abundó diciendo que la intención de la carta es lograr sanar heridas que según él prevalecen para buscar un punto de encuentro y de acercamiento entre los pueblos de México y España.

Los días pasarán y el asunto pronto se olvidará. Será un hecho que quedará guardado en la saga que este mandatario generará en su administración. El tiempo lo juzgará.

El problema es que parece que al presidente le gusta hablar sin mucha prudencia. En un evento en Tabasco dijo que "ya no se puede seguir produciendo la leche en las zonas desérticas, donde no hay agua, la leche es fundamentalmente agua, imagínense estar produciendo leche en La Laguna por eso la están contaminando los mantos acuíferos ya hasta de arsénico, porque no hay agua y nosotros tenemos aquí el Usumacinta, vamos a impulsar mucho lo que es la ganaría lechera y vamos a producir aquí en Los Ríos",

Claramente se entiende que su gobierno retiraría toda clase de apoyo o que tomaría acciones para que se deje de producir leche en La Laguna, por el problema de arsénico y la contaminación de los mantos freáticos.

Soltar una declaración de estas es por lo menos imprudente, por decir lo menos. No se puede negar que en la Comarca Lagunera existe una sobreexplotación de los acuíferos y que esto acarrea que las aguas más profundas contengan el venenoso arsénico, pero decir que ya no se puede producir leche aquí es endilgarnos un cataclismo.

Ojalá y la experiencia con su carta y los epítetos que le refirió Pérez Reverte y los cuestionamientos de Vargas Llosa hagan recapacitar al presidente López Obrador de que no es él siempre el dueño de la verdad, así como su declaración simplona sobre la leche en La Laguna le muestre que su envergadura lo debe obligar a ser más prudente.

Qué triste sería que el presidente que puede y quiere pasar a la historia como aquel que en realidad combatiría el régimen corrupto mexicano, llegue a ser recordado como el mandatario de las ocurrencias.

Escrito en: ENRIQUE IRAZOQUI No hagas cosas buenas... presidente, leche, López, Obrador

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