'En Durango las mujeres son asesinadas con saña'
Concepción, de 50 años, y su esposo Román, de 53, pelearon en su casa la madrugada del 17 de mayo. Luego de palabrerías se quedó en cama mientras él salió al patio, quién sabe si se imaginó que Román saldría por un hacha, misma con la que le impactó la cabeza y la mató.
Tras unas horas, policías investigadores encontraron el cadáver del hombre en el poblado Valle Florido, Durango, donde compartieron décadas de matrimonio. Luego de asesinar a su esposa se suicidó con un rifle calibre 22.
La saña contra la mujer es una de las características de los delitos perpetrados contra este género en la entidad, advirtió Julieta Hernández Camargo, presidenta de la asociación Sí Hay Mujeres en Durango. Si bien el estado presenta las tasas más bajas de delitos de alto impacto, el nivel de violencia ejercido contra la mujer refleja un grave problema de misoginia, alertó.
Recordó el caso de Zelga Adriana, de 27 años, asesinada por Santiago, de 37. Madre de dos hijas y con un embarazo de meses, fue golpeada por el hombre, con un marro en la cabeza, luego degollada con un cuchillo para finalmente ser quemada en la cama.
En lo que va del año se contabilizan nueve homicidios de mujeres, de los cuales cuatro se han catalogado como feminicidio, en el resto continúa el protocolo para definirlo.
Hernández Camargo admitió que las diligencias para establecer un feminicidio son tardadas. Empero, el Código Penal establece características obvias y al encontrarlas no “debería caber duda de que se trata de un feminicidio”.
Algunos indicios: violencia sexual, que arrojen el cadáver, que haya existido una relación familiar o sentimental entre la víctima y el victimario, amenazas previas al asesinato, entre otras.
Pero el fondo de que un asesinato no gane la agravante de feminicidio podría deberse al temor de las autoridades locales de reconocer que hay crímenes de odio en el estado, afirmó la activista.
“La saña que usan los hombres para matar en Durango muestra una trama que parece película de terror. Piensan cómo hacer el más daño posible”.