Violencia vulnera a menores de edad
La violencia registrada en la zona limítrofe entre los municipios de Durango y Nayarit ha dado pie al fenómeno de desplazamiento forzado interno; sin embargo, en el caso de Mezquital tiene un componente crítico ya que se denuncian casos de menores de edad que son abandonados en las comunidades.
De acuerdo con información obtenida por El Siglo de Durango, hay pequeños grupos de niños que muestran signos graves de desnutrición y que sobreviven en el municipio con la recolección de fruta silvestre que ofrecen a cambio de comida.
Los desplazamientos se registran en comunidades como Las Mesas, El Alacrán, Roca Blanca, donde los adultos han tomado la decisión de abandonar las viviendas ante el temor que genera la presencia de integrantes de grupos del crimen organizado en la zona.
Sin embargo, contrario a lo que sucede en otros desplazamientos forzados internos, la salida de los habitantes no es hacia otras comunidades o a la capital del estado, sino que se internan en la Sierra y dejan a los pequeños en las comunidades, lo que ha generado una crisis para los más pequeños.
Se trata de una zona de difícil acceso, toda vez que para llegar a las comunidades referidas no se cuenta con vías de comunicación terrestre.
Esto significa que el ingreso hasta esas zonas de la entidad tiene que hacerse a lomo de mula o a pie, lo que representa un recorrido de al menos 10 horas, de acuerdo con algunos testimonios.
Ya en su informe, publicado en 2016, sobre Desplazamiento Forzado (DFI), la Comisión Nacional de Derechos Humanos identificó el fenómeno en al menos tres municipios de la entidad, entre los que se contaba la región indígena de Mezquital.
En 2011, los habitantes de la comunidad Tierras Coloradas salieron de sus comunidades luego de que un grupo armado quemó viviendas, vehículos e incluso una escuela.
Mezquital, sin embargo, no es el único municipio en el que se documentó la salida de familias de manera masiva. También Tamazula, Pueblo Nuevo y San Dimas registraron desplazamientos forzados en distintos momentos.
No obstante, la Comisión Nacional no ha documentado casos en los que se dejen menores de edad abandonados.
De acuerdo con el Informe sobre Desplazamiento Forzado Interno, la mayoría de las familias que huyen incluyen menores de edad y adultos mayores, lo que eleva el nivel de la emergencia para las autoridades de la región en la que se registra el fenómeno.