Preocupa falta de lluvias para las parcelas de frijol
A pesar de que la preparación de las tierras donde se cultiva frijol ya alcanzó niveles hasta del 80 por ciento en comunidades del sur del municipio de Cuencamé, sí preocupa que ya no se hayan registrado lluvias a estas alturas del año para la siembra del grano, aunque todavía restan de dos a tres semanas para que se complete este proceso por parte de los campesinos que tienen cierto retraso.
Así lo expresó el presidente del Consejo de Vigilancia del Sistema Producto Frijol del estado de Durango, Vicente Victorio Robles, tras informar que el periodo ideal para la siembra de dicho grano, además del maíz de temporal, abarca del 15 de junio al 15 de julio, por lo que aún restan algunas semanas para empezar a trabajar en la preparación de tierras o continuar ya con las tareas de siembra de la respectiva semilla.
“Son escasos los lugares del municipio de Cuencamé donde ha llovido para sembrar. Sólo ha llovido para arrastrar, para emparejar la tierra. Ahorita lo que se anda haciendo en las partes que llovió es emparejar la tierra, o sea, preparar la tierra para la siembra, pero son muy pocas las partes donde ha llovido, estamos hablando si acaso del 10 por ciento de tierras que se han mojado con agua del lluvia en el sur de Cuencamé”, remarcó el entrevistado.
Recordó que en años recientes se había observado cómo las lluvias empezaban desde el mes de julio, situación que favorecía a los campesinos en sus tierras, sobre todo para la siembra temprana y, por lo tanto, para el desarrollo más rápido de sus plantas. Sin embargo, este año, subrayó, la temporada de precipitaciones pluviales no ha sido tan benévola para el sector agrícola que cultiva frijol.
No obstante, Victorio Robles, como habitante de la comunidad Cuauhtémoc del referido municipio, se mostró optimista al precisar que aún restan, por lo menos, de dos a tres semanas para esperar el inicio de la temporada regular de lluvias y así tener el tiempo suficiente para comenzar con los trabajos de siembra, ya que si las precipitaciones cayeran después de la segunda quincena de julio sí sería motivo de preocupación generalizada y hasta de desesperación por parte de los productores de frijol.
A estas alturas del año, reveló, ya se puede observar mucha maquinaria trabajando en las tierras tanto de maíz como de frijol, lo que habla del buen ánimo de los campesinos, aunque también sí llega a preocupar el hecho de que las lluvias no hayan caído con el nivel y la intensidad que se podría esperar para este tiempo del año.