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Alianzas, nacionalismos y guerras

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LUIS ALBERTO VÁZQUEZ ÁLVAREZ
"Podemos Hundirnos, pero nos llevaremos un mundo con nosotros"—¿Hitler 1945 o Trump 2019?

Concluidas las guerras napoleónicas, (1815); Europa ya no enfrentó grandes beligerancias multinacionales en los siguientes cien años; apenas pequeñas contiendas regionales (Francia-Prusia 1870). Liberadas prácticamente las colonias americanas, las conquistas van a enfocarse en África y Asia. Justo la lucha por esas posesiones y su defensa por el conquistador, va a provocar que se realicen alianzas de intereses comunes para evitar que quienes llegaron tarde a la dominación extraterritorial, se las puedan arrebatar.

Nace la "Triple entente" (Francia, Inglaterra y Rusia), ellas temían a la emergente Alemania; la cual se alía con Austria-Hungría e Italia y conforman otra "Alianza", buscando territorios que conquistar. Estos dos grandes bloques para 1914 estaban enfrentados por el dominio mundial, aunque ya empezaba a surgir otro gigante en América.

En todos los países agresores podemos encontrar tres grupos perfectamente definidos: Los jerarcas políticos que sueñan con la inmortalidad obtenida por triunfos militares y engrandecimiento de su imperio donde su nombre se grabe eternamente; los potentados económicos que buscan utilizar al gobierno y al pueblo para enriquecerse infinitamente con los recursos coloniales y, la inmensa mayoría que es el pueblo, el cual ha sido "aleccionado" para luchar por su patria, vengar agravios y engrandecerla, entregando sus vidas y sangre para beneficio de los poderosos.

Esas coyunturas comprimían un polvorín presto a estallar con la menor provocación; que llegó con un incidente intrascendente, dando lugar a la Primera Guerra Mundial. "Somos la más grande potencia militar del mundo; nadie nos vencerá jamás", pregonaban los prusianos; sus planes militares presagiaban una rápida victoria.

Cabe mencionar que, a pesar de las tensiones comerciales y territoriales; la guerra pudo haberse evitado, los soberanos europeos se reunían periódicamente, como si no hubiera amenazas terribles; pero sus dementes asesores militares y los comerciantes voraces, atizaban el fuego con cualquier pretexto y ponían a los reyes en contra de sus pares. Así mismo, con un "nacionalismo" enfermizo, hacían que el pueblo soñara, deseara y hasta añorara la guerra; incluso intelectuales se vieron envueltos en esa exaltación patriótica y enardecidos se incorporaban a las tropas. Nadie pensaba con prudencia, la guerra se veía como una romántica aventura. El despertar fue terrible; esta conflagración se convirtió en una larga trinchera desde Suiza hasta el mar por cuatro años. Más de veinte millones de vidas se perdieron entre militares y civiles y otros tantos resultaron heridos, Se utilizaron armas de destrucción masiva (gases venenosos) y de aniquilación rápida (ametralladoras, tanques y submarinos). Asustados los líderes, juraron que esa sería la última guerra y vendría un humanismo fraternal.

15 años más tarde, en 1933, Adolfo Hitler llegaba legalmente al poder de Alemania y prometía a los ciudadanos, además del poder ario, que volvería a hacer a Alemania grande, culpaba a los países vencedores de la guerra de haberse aprovechado de ellos para enriquecerse y empobrecer a su patria. Así los llevó a una guerra mundial que incendió todo el planeta y costó más de 50 millones de vidas.

Hoy, 105 años después, el mundo se encuentra en una encrucijada aterradora, una frágil paz presagia que nada detendrá la destrucción; el reloj del apocalipsis parece estar a segundos de la medianoche; las potencias se alían según sus intereses económicos y el armamento es aterradoramente mortífero. La reciente reunión del G20, demuestra que los líderes, cuando se reúnen dicen una cosa y cuando regresan a sus países hacen otra. Las alineaciones guerreras están claras: Estados Unidos con centenares de bases militares por el mundo, en alianza con Japón, Inglaterra y su Commonwealth; Surcorea, Israel y Arabia Saudita, obligando a Europa a seguirlo y con la seguridad de contar con casi todo su patio trasero, especialmente Brasil. Por el otro China, Rusia, Irán, Norcorea, Turquía y en un momento dado hasta la India. Ambas coaliciones inconmensurablemente poderosas.

Los puntos neurálgicos se ubican por todo el mundo, algunos más graves, pero todos con la posibilidad de ser ahí donde la chispa encienda el polvorín. Irán: cansado de sanciones económicas y amenazas de invasión norteamericanas, decidió superar el límite de enriquecimiento y almacenamiento de uranio y empezar a preparar misiles atómicos; asegura que no se rendirá y que está dispuesta a todo, incluso destruir a sus vecinos; lo que por lo menos, crearía una hecatombe petrolera, subiendo el precio del barril mínimo un 500%.

La guerra indo-pakistaní, vive continuos momentos candentes, igual que el conflicto entre las Coreas y Estados Unidos como promotor, llevando a Japón al baile. Grave colisión en el Mar de China, donde florecen escaramuzas navales entre chinos y norteamericansos. Trascendental el problema de Taiwán; dicta el pensamiento chino: "Defender la integridad de la madre China es la misión sagrada del ejército"; esto incluye que Taiwán retorne a ella. Estados Unidos está listo para caldear a los ánimos y acaba de autorizar una millonaria venta de armamento muy sofisticado a la isla, haciendo más profundo el abismo en esa región.

Las amenazas militares británicas de destrucción a Rusia y su cercamiento por la OTAN, ponen en riesgo a la misma Europa, a la que su miedo y mediocridad le tiene paralizada; saben que el único culpable es Trump; al abandonar el tratado de misiles intermedios provocó que Rusia construya monstruos hipersónicos que en minutos devastarían países. Los caprichos de este demente y de sus secuaces (Bolton, Pompeo, Abrams, Rubio y Pence) amenazan acabar con el mundo con tal de que Trump sea reelecto. Venezuela es otro quid detonante y puede servir de pretexto. Todos poseen armas nucleares para destruir múltiples veces la tierra, como si fuese necesaria más de una.

Escrito en: Metáfora ciudadana guerra, militares, otro, mundo

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