Si tuviera la opción de elegir un súper poder con seguridad elegiría el poder de ser agradecido con lo que se tiene. No se trata de que pienses que la vida es bella, tan solo con que día a día encuentres razones para creer que no es tan terrible como hasta ahora has creído es un buen inicio.
Hoy me gustaría despertarte una apreciación más profunda y significativa. Si consiguiéramos ser plenamente conscientes de las cosas o las personas que nos hacen crecer, sentirnos plenos y ser mejores individuos, al menos tendríamos marcado el camino de nuestras prioridades.
Tu eres quien le da significado a lo que sucede, lo haces desde lo que llevas dentro, desde tus tesoros o tu basura, desde el dolor o el amor, tú lo eliges. No puedes ver en la obscuridad, los milagros solo se ven en la luz, solo en la luz puedes ver los regalos que dios te dio, lo sagrado lo hace el ojo, si tu ojo es bueno, todo es sagrado. ¿Puedes recordar un momento en el que alguien te regalo un gesto de amor inesperado? esos momentos siempre nos acompañan, el amor perdura a lo largo de nuestra vida, cada día todos los días, lo que se da no se pierde.
Los kabbalistas enseñan que la apreciación por nuestras bendiciones actuales crea las siguientes bendiciones que deseamos atraer, el grado de nuestra apreciación determina la calidad y cantidad de bendiciones que llegan a nuestra vida. Es claro entonces que resulta importante empujarnos a nosotros mismos a despertar consistentemente una apreciación cada vez mayor. Nada está garantizado. Ni el hecho de despertarnos en la mañana, tampoco el hecho de tener nuestra familia y amigos y ni si quiera el hecho de tener comida para alimentarnos y ropa para vestirnos. Este nivel de apreciación no es natural para nosotros y necesita ser desarrollado para que más bendiciones se manifiesten. Para comenzar este proceso, detente varias veces al día e imagina que no tienes nada y despierta con la apreciación hasta por lo más elemental.
Ser abundante es un estado de conciencia que nada tiene que ver con tu cuenta bancaria, ser abundante es sentir que el día de hoy nada te falta. La gratitud es una de las energías vibracionales más elevadas, actúa como una llave maestra que abre puertas y te conecta con la abundancia. Piensa en las mayores bendiciones que tienes y despierta una mayor apreciación por ellas.
Todos los días hay algo para agradecer, el amanecer, un cafecito, un abrazo, una puesta de sol, una llamada telefónica, un beso o cualquier cosa que parezca deliciosa. Vive una vida que se acomode para hacerte sonreír, canta en tu carro a viva voz, baila en tu casa, pinta las paredes del color que te plazca, disfruta una botella de buen vino, un pastel de chocolate, si así lo quieres haz una fiesta, dibuja mándalas, escribe poesía, medita, lee libros tan buenos que te hagan perder la noción del tiempo, simplemente sigue viviendo y disfrutando, dedica unos minutos a mirarte en una mini película, pero una película feliz, en la cual te ves genial, luciendo increíble, triunfando con una sonrisa como comercial de pasta de dientes, respirando cosas positivas.
Lo que nos hace felices no depende de lo que la vida nos da, si no de lo que hacemos nosotros con dichos regalos. Cuando verdaderamente apreciamos cada cosa, sentimos que lo tenemos todo.
El día de hoy, ya diste las gracias ¿por haber amanecido? diste las gracias ¿por poder ver? ¿oír?, ¿saborear? ¿sentir? diste las gracias ¿por tu trabajo? diste las gracias ¿por tus ojos? ¿tus manos? ¿tus pies? diste las gracias ¿por lo que has comido o lo que llevas puesto? diste las gracias por las ¿personas que han cambiado tu vida?, ¿las que la han mejorado y la han hecho más brillante y llena de alegría? ¿cuántas cosas tenemos verdad?
Quizá el día de hoy lo único que necesitas es una canasta muy grande, para recoger todas las bendiciones que hay en tu vida. Agradece 10 cosas, cuando termines ¿haber de que te quejas? Si permanecemos consistentemente en este crecimiento entonces podemos recibir más y mayores bendiciones.