Lety, Manuel y Jorge...
Poco tienen en común estos tres personajes de los que hoy vamos a hablar, que actualmente están en diferentes áreas y momentos de la política local y nacional, pero que algo quieren a mediano plazo y eso no lo pueden negar: estar en la boleta electoral del 2022 en busca de la gubernatura.
No es un secreto que la lagunera Leticia Herrera Ale quiere consolidar el sueño que alguna vez tuvo su padre: Gobernar Durango.
Al empresario gomezpalatino poco le faltó, pues se quedó en la orilla del proceso interno del PRI en aquel entonces en el que Ismael Hernández Deras terminó siendo el Gobernador.
Sin embargo el presente del PRI ha frenado sus aspiraciones. No en vano declinó buscar la reelección en Gómez Palacio el año pasado, pues los números internos le indicaban que perdería en todos los escenarios posibles. De alguna manera logró evitar el fin de su carrera electoral.
Lety Herrera hoy le apuesta a su buena relación con el mandatario estatal, a quien calificó como el "mejor gobernador y aliado que ha tenido La Laguna" en la historia. Incluso, crecientes rumores la colocan como una posible sorpresa en los cambios que se vienen en el gabinete estatal. Ella se sabe importante para operar política y económicamente en La Laguna, algo que puede jugar a su favor al momento de presentar las cartas en su partido o lejos de él.
Manuel Espino Barrientos revivió. De estar operando en una alcaldía en el Estado de México, de pronto acaparó los espacios informativos de Durango al saberse que podría ser el nuevo "superdelegado", a invitación (según él) del mismo Presidente de la República.
Espino cuenta con un desfavorable pasado, lleno de enfrentamientos personales mediáticos que difícilmente se pueden olvidar, pero que también le han permitido estar presente en la agenda pública por tantos años.
Si se llega a concretar su nombramiento federal, Espino Barrientos tendría la estructura, dinero y atención necesarios para intentar construir una candidatura estatal en menos de tres años.
No por nada los morenistas han puesto el grito en el cielo con tal posibilidad, pues saben que podrían perder todo el protagonismo y oportunidad. Si algo sabe hacer bien Espino es figurar (para bien o para mal), pero con la división que existe en Morena Durango, sería relativamente fácil para el ex panista usar al partido como plataforma personal.
Y luego está Jorge Salum del Palacio, actual Alcalde de Durango a quien naturalmente se le tendría que considerar para una futura candidatura.
Es cierto, apenas está empezando su trienio y el reto para Salum es muy complicado, pues recibe a un Ayuntamiento en quiebra, lo que le restará margen de acción y que mucho dependerá de los resultados que pueda dar en estos tres años.
Ahí está el claro ejemplo de su antecesor, José Ramón Enríquez Herrera, quien ya se sentía operando desde el Centro de Convenciones Bicentenario desde el primer año de su trienio, pero terminó por irse por la puerta de atrás con bastante repudio social.
El Alcalde tendrá que echar mano de su creatividad, entusiasmo y capacidad de gestión para poder transitar lo mejor posible durante estos tres años, sin que las carencias le afecten en sus aspiraciones futuras. No la tiene fácil, pero de los tres, quizá sea el que lleva más ventaja.
Por supuesto que para poder llegar a estar en la boleta, también influirán las simpatías y negociaciones que pueda haber con los altos mandos de sus respectivos partidos y con diversos grupos de la sociedad civil. Y por lo menos, hasta ahora, los tres tienen las puertas abiertas con el Gobernador y con dichos grupos para dialogar, proponer y buscar acuerdos. No, no son los únicos apuntados. Seguramente habrá muchos más. Pero hasta el momento, podemos asegurar que son los tres primeros en la lista de aspirantes y suspirantes al 2022... ¿Quien obtendrá más simpatías en este tiempo?, ¿Usted qué opina?
Twitter: @jperezarellano