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Moratoria al fracking en Inglaterra, para celebrar Golpe a golpe

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RENÉ DELGADO

Mientras en México no hay visos claros de prohibición legal del fracking, el Gobierno central del Reino Unido emitió una moratoria inmediata a la técnica de fractura hidráulica en Inglaterra el pasado 1 de noviembre, debido al riesgo de temblores de tierra.

Según reporta "Drill or Drop?" -periodismo independiente sobre fracking británico, aceite y gas en tierra y las reacciones-, después de siete años de promover el fracking, los ministros conservadores retiraron su apoyo y bloquearon las perspectivas de la industria de gas de esquisto.

En un comunicado emitido justo después de la medianoche del 1 de noviembre, el Departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial (BEIS por sus siglas en inglés), dijo que un nuevo consejo científico concluyó que con la tecnología actual no era posible predecir con precisión si el fracking causaría temblores y qué tan grandes serían.

Aunque es moratoría, los opositores al fracking describieron el anuncio como una victoria para las comunidades y el clima, pero pidieron una prohibición total y permanente.

Dijeron los ministros que basaron su decisión en un informe del regulador de la industria, la Autoridad del Petróleo y Gas (OGA por sus iniciales en inglés). Investigó los temblores de tierra causados por el fracking en el único sitio de gas de esquisto del Reino Unido, en Preston New Road, cerca de Blackpool, operado por Cuadrilla.

El informe analizó los impactos de fracturar el pozo PNR1 en otoño de 2018, lo que causó más de 50 temblores. La OGA también examina 134 eventos sísmicos causados por fracking del segundo pozo, PNR2, en agosto de 2019. Incluyeron el temblor inducido por fracking más grande del Reino Unido, midiendo 2.9ML. El British Geological Survey dijo que este temblor fue sentido por varios miles de personas, mientras que cientos informaron daños a las casas. El OGA suspendió el fracking en cuestión de horas.

Según "Drill or Drop?", la declaración de BEIS decía: "Sobre la base de la perturbación causada a los residentes que viven cerca del sitio Preston New Road de Cuadrilla en Lancashire y este último análisis científico, el Gobierno ha anunciado una moratoria en el fracking hasta que se presenten nuevas pruebas convincentes. El fracking se detendrá ahora a menos y hasta que se proporcione más evidencia de que se puede llevar a cabo de forma segura aquí".

El Reino Unido -que incluye a Inglaterra, Irlanda del Norte, Escocia y Gales- ha enfrentado una situación compleja en relación al fracking.

La Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA) explica en su Informe "Prohibiciones y moratorias al fracking: legislación comparada", 2019: El Gobierno central del Reino Unido comparte responsabilidades y competencias con los Gobiernos de Inglaterra, Irlanda del Norte, Escocia y Gales bajo el principio de descentralización. En este marco, las políticas sobre fractura hidráulica se desarrollan en múltiples niveles. Aunque el Gobierno central es responsable de las políticas energéticas, ha delegado competencias específicas vinculadas a ellas a los gobiernos descentralizados, autoridades locales y organismos públicos.

Pese a que el Gobierno del Reino Unido había apoyado las perforaciones vía fracking -tropezando con la resistencia de organizaciones de la sociedad civil debido a los peligros que esta técnica implica-, los Gobiernos de Irlanda del Norte, Escocia y Gales reconocen los riesgos de la fractura hidráulica y han avanzado en su prohibición.

Ahora, además de la moratoria inmediata, la administración central confirmó que archivó los cambios propuestos al sistema de planificación en inglés para acelerar el fracking. Estas medidas incluían tratar los sitios de gas de esquisto bituminoso sin fracking como desarrollo permitido, eludir la necesidad de una aplicación de planificación y clasificar la producción principal de gas de esquisto como infraestructura significativa a nivel nacional, lo que tomaría las decisiones fuera de control de autoridades locales. "Estas propuestas no se implementarán ahora".

La decisión del 1 de noviembre -dijo el ministro de Energía, Kwasi Kwarteng-, "no afectará de ninguna manera nuestro suministro de energía. El Reino Unido se beneficia de uno de los mercados de gas más activos del mundo, con seguridad garantizada a través de diversas fuentes, incluida la producción nacional en alta mar, las tuberías de Europa y las terminales de gas líquido".

@kardenche

 N O, el título de la columna no alude a los proverbios y cantares del poeta Antonio Machado popularizados por Joan Manuel Serrat, pero tampoco los ignora. Se refiere sobre todo a la desmesura de hablar con ligereza de golpes duros y blandos al Estado de derecho, al tiempo de impulsar o tolerar acciones sin parentesco alguno con el compromiso democrático.

Así, se desfigura la esperanza, se tensan los nervios y se pone a temblar la posibilidad.

Como en otras ocasiones, el crimen ha puesto contra la pared al Estado, alentando en Estados Unidos la duda sobre su viabilidad y vulnerando, aquí, la política que, supuestamente, es el antídoto de la violencia y la vitamina del acuerdo. Y, pese o quizá a causa de la circunstancia, dentro y fuera del poder se ha hecho un motín de la acción y la palabra.

La estridencia y exageración declarativa presagia un problema superior al prevaleciente, animado por el desorden, el conflicto y el desasosiego. La incapacidad de discernir entre aliados, mensajeros y enemigos hace pensar que, en realidad, se desconoce con quién se cuenta y a quién descontar. El impulso de confundir una elección con una revolución sin tener claro el alcance del mandato ni el uso de las herramientas administrativas convierte el ejercicio del poder en aventura. El recurso de echar mano de la historia e interpretarla a capricho no garantiza entender el próximo futuro.

Así, no se destierra la violencia, se corre el peligro de sembrarla hasta verla germinar como una enredadera. Malos días, estos últimos.

Hablar de la imposibilidad de un golpe de Estado porque al amparo del gobierno y la legalidad hay una mayoría libre y consciente, supone desde luego la existencia de la tentación o la amenaza. Cuando quien lo advierte es, precisamente, el jefe del Estado amagado es obligación -por respeto a la Constitución y la nación- señalar y denunciar a quienes anima llevar a cabo la felonía.

Pretender apagar tamaña acusación diciendo al día siguiente que no hay nada que temer, no alivia, agrava la acusación. La agrava porque, de ser cierta, revela debilidad para proceder en contra de los golpistas y realizar los ajustes necesarios en los mandos superiores del Ejército para conjurar la tentación.

De no ser cierta o fundada, exhibe enorme ligereza.

Cuando en una atmósfera tensa y polarizada se comienza a hablar de golpes de Estado, sólo la inmediata y atinada operación política puede distender y calmar el ambiente. En esa circunstancia, la mano, el talento y la discreción de la responsable de la política interior tendrían que verse. Pero si ésta ha resuelto recargar la tarea en su segundo de a bordo y éste considera que, en realidad, se está frente a un fenómeno de "terrorismo politiquero" y no descarta configurar el delito a quienes incurran en él, la política se puede echar entonces al cesto de la basura y dar por sentado que la tensión y la polarización irán en aumento.

¡Increíble! Un operador político que para cada solución tiene un problema.

Cuando un magistrado electoral, señalado por enriquecerse poniéndole precio a la justicia, rechaza esa acusación, asegurando que detrás del afán de desprestigiarlo hay un grupo de políticos, empresarios, consejeros y magistrados resueltos a desestabilizar "al actual poder político", no basta el desmentido de los involucrados.

Denunciar un golpe blando al Estado de derecho demanda del magistrado una acción mucho más comprometida con su dicho y función. Si la denuncia es un simple ardid para salir del apuro, impresiona la irresponsabilidad.

Si el partido o movimiento en el poder se dice empeñado en apoyar la transformación impulsada por su líder, no puede tolerar acciones y tentaciones personales que, en su vacuidad y ambición, ponen en duda el supuesto compromiso.

El golpe a la democracia impulsado por su gobernador en Baja California, el de Bonilla y su pandilla, no tendría por qué llegar y resolverse en la Corte. El movimiento que lo colocó en el Palacio de Gobierno debería obligarlo a recular, en vez de tolerar su intentona. Así, acreditaría su compromiso de transformar sin menoscabo de la democracia y el Estado de derecho.

En esto, otra vez, una pena el ir y venir de la responsable de la política interior que un día frena y otro impulsa el golpismo que, supuestamente, condena.

En respeto a la lucha de doña Rosario Ibarra de Piedra y por las dudas en la legitimidad y legalidad de su elección, su hija mal no haría en declinar sentarse en la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Heredera de una causa emprendida por su señora madre, es una pena verla en el apuro en que se encuentra.

De ocupar el puesto del ombudsperson, el presidente López Obrador debería devolverle la Medalla Belisario Domínguez que guarda en custodia a solicitud de doña Rosario.

En estos días, el crimen ha puesto contra la pared al Estado y colocado en una muy difícil situación al gobierno tanto hacia adentro como hacia afuera del país. Otra vez, la sangre y el dolor enseñoreándose, dando verdaderos golpes.

Ante la circunstancia, es preciso calibrar el peso y el significado de las palabras, la importancia del silencio, el sentido y el ritmo de los pasos. Acallar el ruido y evitar los tropiezos.

El momento, en realidad, obliga a acompañar a Xander en su llanto, quebrado ante el féretro de su tía Dawna y sus primos Trevor y Rogan, sin poder decir lo que quería y mucho menos explicarse cómo, sin la menor piedad, el crimen arrasó con ellos, como también con Rhonita, sus cuatro hijos y con Christina. Acompañarlo a él y su familia.

"Es el mejor de los buenos/ quien sabe que en esta vida/ todo es cuestión de medida:/ un poco más, algo menos...", dice uno de los versos de Machado.

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Escrito en: Sobreaviso fracking, Reino, Estado, Gobierno

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