La vacuna contra la influenza

La influenza es una infección vírica que afecta principalmente a la nariz, garganta, bronquios y, en algunos casos, hasta a los pulmones.

Se caracteriza por causar tos seca, fiebre alta, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, rinitis y dolor de garganta. Y aunque suele curarse tras dos semanas de cuidados, la influenza en niños y en personas de la tercera edad, puede causar severas complicaciones como neumonía, y, en el peor de los escenarios, hasta la muerte.

¿CÓMO SE CONTAGIA?

El virus de la influenza se mueve en el aire y cuando una persona está infectada por el virus de la influenza puede contagiar a las personas que están a su alrededor, a través de sus estornudos, tos, al hablar o bien al tocar objetos que los demás tocan después. Otros síntomas son escalofríos, sudoración, congestión nasal, fatiga, debilidad, entre otros.

FACTORES DE RIESGO

Los principales factores de riesgo de la influenza, son ser menor de 12 meses o adulto mayor y tener más de 65 años, personas hospitalizadas o que trabajan en lugares cerrados y están en contacto con muchas personas, sistema inmune débil, padecer enfermedades crónicas, el embarazo y la obesidad.

 ¿POR QUÉ APLICARSE LA VACUNA? Para prevenir la influenza, se recomienda a todos aplicarse la vacuna contra la influenza cada año a partir de los 6 meses de vida, ya que cada temporada los virus que nos enferman son diferentes y el virus de la influenza tiene la distinción de estar cambiando por sus características genéticas.

Por ello, la Organización Mundial de la Salud está al tanto de cuáles son los virus circulantes cada año y determina cuáles vendrán en la vacuna.