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La oratoria infantil rural, voz que se debe escuchar

EDUARDO CAMPOS RODRÍGUEZ

En virtud del ejercicio de mi profesión, he tenido que convivir en la Región de los Llanos por un lapso ininterrumpido de once años; esta circunstancia ha propiciado, entre otras muchas oportunidades, la de intervenir en actividades culturales, una de ellas, como integrante del jurado calificador en los concursos de oratoria que se promueven. Puedo así dar constancia de que, a diferencia de lo que acontece en la capital del Estado, en donde pareciera abandonada la práctica del arte de la palabra y lejanos han quedado aquellos tiempos en que se manifestaba floreciente en los pasillos del Instituto Juárez, testigo de inolvidables certámenes que ahora sólo se mantienen en la historia, por cierto rescatada en estas páginas editoriales de El Siglo de Durango, a través de una excelente crónica escrita por Enrique Arrieta Silva, quien fuera uno de sus mejores exponentes, y vaya que estamos hablando de oradores tan destacados como José Guillermo Salas, Agustín Ruiz Soto, Hilario López Aguirre, René Barbier, Enrique Mijares Verdín, Gustavo Domínguez, Rubén Vargas Quiñones y muchos más, de reconocida elocuencia.

Afortunadamente, en el medio rural, no existe la misma situación; ahí, el sistema educativo ha tenido el esmero de cultivar en la niñez el interés por la oratoria, arte que habrá de resurgir en la capital, como en sus mejores tiempos y, en ello, ahora sí que tienen la palabra las instituciones educativas de nivel superior.

En este ciclo escolar del año que transcurre correspondió al poblado de Ignacio Ramírez, municipio de Guadalupe Victoria, ser anfitrión regional del Concurso Estatal de Oratoria promovido y organizado por el Sistema de Telesecundaria. Constituyó un honor para mí el haber sido invitado como integrante del jurado, sobre todo en este pintoresco poblado en el que, en los años treinta del siglo pasado, quien me dio el ser, la profesora María Rodríguez Fiscal, tuvo a su cargo la enseñanza de los escolares de su tiempo en la escuela que lleva el nombre de “El Nigromante”; por ella conozco los usos y costumbres de sus gentes que son buenas y generosas.

Respecto del evento, como es propio de los mismos, el inicio se dio mediante una ceremonia oficial, la cual nos arroja muchos mensajes subliminales y diría yo favorables, en cuanto a la solemnidad y oficialidad acartabonada que se desvanece para dar paso a un ceremonial más natural, con más elementos de espontaneidad, de tal suerte que los representantes oficiales ya no se atienden como si estuvieran en un pedestal (presidium); esto hace que la comunicación exista en el marco de una convivencia amistosa. Necesario es decir que las intervenciones tanto de las escoltas infantiles arrogantes y marciales como debe ser, así como el homenaje a nuestro lábaro patrio y la entonación del nuestro himno nacional, demuestran la vocación a nuestros símbolos y el amor a nuestra patria que la niñez siente y transmite como expresión sincera del orgullo de ser mexicanos.

Adentrados en el concurso de oratoria, anotamos que provenientes apartados lugares de la región y después de triunfar en su lugar de origen participaron en el primer grado la niña Nubia Isela Espinoza Marrero de la comunidad de Santa Catalina de Sena, con el tema de “Historia regional”, posteriormente y con el tema de “Mitos y realidades de la equidad de genero” intervino Endir Ambrosio Rangel Espinoza, representante del poblado Doce de Diciembre del municipio de Cuencamé; en tercer lugar y con el mismo tema disertó Vladimir Aarón Arámbula Enríquez, proveniente de Ignacio Zaragoza, municipio de Pánuco de Coronado; finalmente representando al ejido J. Guadalupe Rodríguez la niña Deyanire Palacios Pérez desarrollando el tema “Importancia de los derechos humanos”, quien haciendo referencia a las vidas ejemplares de la madre Teresa de Calcuta, Abraham Lincoln, Benito Juárez y Martin Luther King, obtuvo merecidamente el primer lugar en su categoría.

En el nivel de segundo grado concursaron Dulce María González Márquez, de Pánuco de Coronado; su disertación se refirió a los hombres y mujeres en la cultura de Durango, destacando en su exposición datos poco conocidos para el dominio común concernientes al aspecto humano de los artistas. Así, mencionó que la familia Revueltas fue muy “especial” ya que en el caso de José su forma de ser se manifestaba excesivamente retraída, con tendencias depresivas y sentimientos de frustración; en cambio Silvestre era orgulloso y, consciente de su categoría artística, actuaba en ocasiones con soberbia. De él narró las circunstancias por las cuales tenía una cicatriz pronunciada en el rostro concerniente a un accidente de bohemia. De Rosaura supimos a través de su intervención que trabajó con Bertold Brecht en Alemania, lengua que además dominaba como propia y que se casó con un hombre rico que le facilitó la oportunidad de dedicarse plenamente al arte.

La alumna Miriam Alejandra Favela Rodríguez, del ejido de Pedro Vélez, del municipio de Cuencamé, seleccionó el tema biográfico de la insigne Dolores del Río, artista duranguense que por haber pasado varios periodos vacacionales en su hacienda de Catalina de Sena es conocida y admirada. Del pequeño poblado de Vistahermosa el niño Victorio Torres Carrillo recordó a nuestros héroes y artistas duranguenses Francisco Villa, Guadalupe Victoria, Nelly Campobello, Silvestre Revueltas y Francisco Zarco, exhortando con buena dicción a la juventud para que con autenticidad y valentía siguieran el ejemplo que nos legaron, dijo con emoción. Otra participante lo fue la niña Yadira Manuela Reza Castillo, de Santa Catalina de Sena, oradora elegante y de bonita voz que disertó sobre el significado de las fiestas patronales de su región; habló de los platillos que por generaciones se cocinan y la importancia religiosa de la tradición de visitar anualmente a la Virgen en la Sierra de Gamón; por cierto, hizo un llamado a la secretaría del ramo para que se promoviera el turismo social y juvenil, de lo cual corremos traslado. Proveniente del pequeño poblado de Vistahermosa el niño Victorio Torres Carrillo abordó el tema titulado “Vida y ejemplo de nuestros héroes”; la triunfadora en este grado fue la niña Miriam Alejandra Favela Rodríguez superando a sus compañeros en exposición narrativa, buena voz, excelente dicción y temple, es decir, seguridad en sí misma para transmitir su pensamiento y su palabra.

Del tercer grado los concursantes fueron Magdalena Valadez Ayala, representante de San José de Avino, histórico lugar en donde fuera fundada la casa de moneda más antigua de Durango y en donde existe una iglesia cuyo retablo es afluente de turistas por su valor ornamental. La comunidad de Calixto Contreras tuvo su representación en la niña Nora Lizeth Fernández Figueroa quien abordó el tema “Preservación del medio ambiente”; para ello tuvo como fuente de información las diversas asambleas internacionales de científicos gracias a que las descarga de la internet, según dijo ella. Habló con conocimiento de causa sobre el tema; fustigó a las naciones de Estados Unidos, China y Japón que se niegan a firmar el protocolo de Kyoto para proteger el ambiente: “tenemos que elegir entre el falso progreso y la vida misma porque para qué queremos el primero si carecemos del planeta”, concluyó con el aplauso entusiasta del auditorio.

Con el tema “Hagamos realidad los valores morales”, el concursante Eduardo Hernández Herrera nos recordó que éstos surgen de la familia, prosiguen en la educación y se consolidan en el ejemplo; el amor, la verdad, la felicidad, son nuestros, nos pertenecen, existen de por sí, no los perdamos torpemente, fue ése su llamado. Desde San Antonio de Ojo Seco llegó el joven Juan Manuel Rodríguez García y en el contexto de su tema de valores humanos formuló una crítica severa sobre la hipocresía, el engaño, la soberbia que envuelven al mundo actual, enfermo de poder y dinero y sordo ante la pobreza de millones de seres humanos, “urge que el hombre encuentre su verdadera esencia para recomponer el tejido social porque vemos a un planeta dañado en lo ecológico y enfermo en lo humano”. Su discurso lo dijo con voz firme, elocuente y apasionada. En este nivel la calidad de Nora Lizeth y Juan Manuel nos obligó como jurado a una prueba extraordinaria improvisada en la cual resultó triunfador Juan Manuel por mínimo margen de evaluación. Ser jurado no es fácil, menos cuando se da el concurso a nivel de alta calidad, pero como acertadamente se llamó al concurso “Todos triunfadores” resultó cierto, pues independientemente del lugar que hayan ocupado en el certamen dejan su mensaje a la sociedad, mismo que debemos escuchar y atender.

Concluyo felicitando a los organizadores y exhortando a que propiciemos la realización de estos eventos culturales que derraman el sentir de la juventud, mismos que nos dan lecciones que debemos escuchar.

Escrito en: tema, niña, poblado, lugar

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