El Mercedes-Benz Fashion Week para la próxima temporada otoño-invierno 2009 dio inicio con grandes diseñadores como Macario Jiménez, Alana Savoir y JI+B, quienes presentaron sus últimas colecciones llenas de brochazos de pintura, elegancia clásica y mucha teatralidad.
Después de pasar cerca de dos años sin presentarse en ningún foro de moda, el modisto mexicano Macario Jiménez llevó al MBFW su más nueva colección con tintes clásicos y mucha renovación. Se trató de una línea con vestidos y trajes sastre hechos en telas gruesas como la lana y el algodón, y decorada con grandes lentejuelas y flores de tela que inyectan vida y color.
En su mayoría, los tonos sobrios y neutros se apoderaron de faldas, blusas, pantalones y vestidos, que en tela satinada y cortes asimétricos parecían bailar al ritmo del paso de las modelos.
Mini vestidos con falda tipo 'globo', con escote alto decorado con una gran flor de tela, caídas tipo 'túnica' y tonos vibrantes como el azul marino, blanco puro y rojo, fueron los protagonistas de esta pasarela que marcó la vuelta al escenario de Macario.
De padre francés y madre española, la mexicana Alana Savoir quiso empapar su colección de ligeros brochazos de arte. La inspiración fue la técnica de arte "impresionista", que se vio reflejada en blusas, vestidos, pantalones y hasta medias gruesas cubriendo las piernas.
Alana diseñó un solo print (en distintos colores), y lo mezcló con texturas cálidas típicas del invierno como lana, algodón y hasta satín, con las que se confeccionaron las prendas de esta genuina colección.
La prenda estelar del desfile fue un mini vestido de amplia caída, presentado en diferentes colores y con algunas variaciones como las mangas, el escote y el diseño de los botones. Se combinó con blusas de cuello alto transparentes, medias sin punta con print impresionista, y zapatos altos y abiertos.
Para cerrar la colección, Savoir presentó tres vestidos de novia blancos con detalles en pedrería y corte muy elegante. El primero conformado por una falda larga de satín y una blusa asimétrica con bordado y realzado. El segundo tipo 'princesa', en un corte mucho más clásico. Y el tercero, 'cola de sirena', pecho bordado y escote amplio y caído. El cierre, que se llevó mil aplausos, estuvo a cargo de un amplio vestido de novia hecho en satín y tul en color negro. El ramo, también negro, contenía pequeños puntos brillantes.