La idea de que una persona se quita la vida por un evento simple como puede ser que un joven sea regañado por sus padres, que la señora tuvo una discusión con el marido, que porque no dejaron al niño salir a jugar o que perdió su equipo favorito o simplemente no lo aceptaron en la escuela, son eventos que motivaron al sujeto a cometer el acto contra sí mismo, pero no fue la causa.
Dora Chamorro explica que los motivos de la depresión son multifactoriales y que es una falacia creer que una persona se privó de la vida por una causa aparente, que sólo funcionó en ese momento como un pivote para que el individuo escogiera el camino de la puerta falsa.
La depresión puede ser genética y llevar una carga biológica. Influyen también los antecedentes familiares.
Si una persona se quitó la vida en el historial familiar, es probable que alguno de los integrantes lo intente. El alcoholismo y el uso de drogas, personalidad violenta o impulsiva, ser varón (ya que el 75 por ciento de los suicidios se cometen por hombres), no aceptar ayuda, manifestar una pérdida reciente (negocio, pareja, familiar, dinero, etcétera) o menoscabo en la salud física, son factores que influyen en el suicidio.
La especialista explica que la depresión puede iniciar desde el primer día de vida de una persona, pero deben analizarse los agentes que inciden en el paciente.
“Por eso se dice que es multifactorial. No puede decirse que sólo por una causa una persona se quita la vida. Un individuo que trae una carga genética impulsiva, violenta o depresiva, se le puede sumar que nació en una familia con violencia intrafamiliar, alcoholismo, y que, además, fue abusado sexualmente y que se encuentra en la pobreza extrema, agregando que no se le detecta a tiempo su enfermedad. Lo anterior suma factores que con toda seguridad llevan al individuo a una depresión y al suicidio”, manifestó la psiquiatra.