Kiosko

Develan tesoro en Catedral

Catalogan 847 piezas barrocas de la Arquidiócesis de Durango; 500, inéditas.

Develan tesoro  en Catedral

Develan tesoro en Catedral

La Crónica

De las 847 piezas barrocas que el musicólogo estadunidense Drew Edward Davies pudo catalogar en el Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Durango, poco más de 500 son inéditas o han permanecido ocultas durante los últimos dos siglos. El acervo es de alta calidad y una importante selección de sus piezas será editada y publicada por primera vez en un catálogo que en septiembre próximo presentarán el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM y Adabi.

El catálogo servirá para recuperar cientos de piezas de mediados del siglo XVIII, así como el tercer acervo más valioso del país –sólo después de los que hay en las catedrales Metropolitana y de Puebla–. El repertorio incluye obras inéditas de compositores como Santiago Billoni, Ignacio Jerusalem, José Bernardo Abella, Manuel de Soumaya, José Nieto, Francisco Siria, Julián de Zúñiga, Johann Adolf Hasse y Giovanni Battista Pergolesi, entre otros de origen novohispano

¿Cuántas piezas fueron encontradas de Billoni y Jerusalem?

Está toda la obra de Santiago Billoni. Son cerca de 31 obras. De este compositor podemos destacar dos cosas en su música, la primera es que sus partes para violín son muy virtuosas, y la otra es que también hizo experimentos tonales, como se puede apreciar en su obra para la Virgen de Dolores, la cual tiene una armadura de siete bemoles desconocida en 1749.

Otro compositor importante es Ignacio Jerusalem, de quien se conservan 72 piezas en el archivo. Fue maestro de capilla en la Catedral de México entre 1750 y 1769 y aunque algunas de las piezas son copias de obras que hay en la Catedral Metropolitana, también hay inéditas. “Recordemos que Jerusalem y Billoni fueron dos de los compositores más importantes de mediados del siglo XVIII en México”.

También encontramos 107 obras de José Bernardo Abella Grijalva, un oaxaqueño que llegó a ser el maestro de capilla, entre 1780 y 1786, en la Catedral de Durango.

“Él compuso villancicos para coro y cuerdas, pero lo más interesante es que aunque son piezas tardías, son de muy buena calidad”, detalla el investigador que está trabajando en la catalogación del segundo volumen de la música de la Catedral Metropolitana, coordinado por la musicóloga Lucero Enríquez.

El archivo también resguarda copias de música del siglo XVI realizadas en el siglo XVIII, lo que demuestra la pervivencia de la música antigua; cerca de 40 fragmentos y 47 obras impresas que llegaron de Europa a finales de los siglos XVIII y XIX; y algunas piezas del siglo XIX y del México independiente. Empero, reconoce que no se encontró música para órgano.

¿Qué tan complicada puede ser la interpretación de este repertorio?

Es música muy difícil para violinistas y cantantes porque es música de primera calidad. Además, siempre lo he dicho, la música colonial de México –principalmente del siglo XVIII–, tiene la misma calidad de la música del sur de Italia de la misma época. Es más, pienso que tiene más en común con la música del sur de Italia que con la española de esa época.

Para quienes no conocemos las dimensiones del archivo, ¿qué lugar ocupa éste a nivel nacional?

Estimo que es el tercer archivo catedralicio de música más importante en México, sólo después de los que hay en las catedrales Metropolitana de la ciudad de México y de Puebla. Es difícil decirlo, pero sé que este archivo es más grande que el de Oaxaca y probablemente más grande que los de Morelia, Guadalajara y Zacatecas, aunque en Guadalajara hay mucho material guardado que aún no hemos podido revisar.

Comentaba que más que música barroca, ésta es considerada música galante. ¿Podría detallar por qué?

Técnicamente no podemos describir como barroca esta música, sino más bien galante, pues la música barroca tiene un buen contrapunto y la galante lo tiene muy poco. Incluso sabemos que Ignacio Jerusalem fue el máximo representante de la música galante en la Nueva España.

¿Las piezas más importantes son las de Billoni y Jerusalem?

Billoni y Jerusalem son los autores con mejor representación en el archivo. Pero también hay piezas de Manuel de Soumaya, de quien hay una obra única en Durango y que no aparece en México ni en Oaxaca. También hay copias de músicos de capilla de Guadalajara y música escrita por José Nieto y Francisco Siria, dos músicos de la catedral de Durango que no tuvieron formación musical fuera de la Nueva España.

“O podemos mencionar a Julián de Zúñiga, un compositor que hacía música italiana con sus propios conocimientos; o hay otros mexicanos como Miguel Matheo Dallo y Lana, quien fuera maestro de capilla de Puebla a finales del siglo XVII, quien aportó un par de obras y algunos otros compositores menores de la Colonia.

¿Cuántas obras desconocidas o únicas hay en el archivo?

Sabemos que hay 50 piezas conocidas, cerca de 100 piezas que son copias y también están en la ciudad de México o en Madrid. Pero al menos cerca de 500 obras son desconocidas…aunque es cierto que no todas merecen la pena ser rescatadas dado que en el acervo hay música muy buena y otra no tanto.

“Hay calidad”

Aunque Drew Edward Davies, profesor de la Universidad de Chicago y coordinador académico de Musicat, en la UNAM, no fue el primer musicólogo en trabajar el archivo de Durango, sí es quien realizó el Catálogo de la Colección de Música del Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Durango y el encargado de seleccionar y editar distintas obras que ya han interpretado grupos como Chicago Art Orchestra y La Fontegara.

Escrito en: Arquidiócesis música, piezas, obras, siglo

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Kiosko

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas