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En picada, la calificación hacia EPN

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En picada, la calificación hacia EPN

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RUBÉN CÁRDENAS

La desaprobación hacia el régimen del presidente Enrique Peña Nieto sigue creciendo. La última encuesta de GEA-ISA lo colocó en un nivel de aprobación del 37 por ciento contra una mala opinión del 52 por ciento. Y muchos creen que son cuentas demasiado alegres.

Para políticos y analistas, el dudoso rumbo que ha tomado la economía mexicana, así como la correspondiente inseguridad, constituyen los principales factores del descontento colectivo. Se incluyen también como causales las reformas recién aprobadas, cuya puesta en marcha no ha sido tranquila o suave; de hecho, el repudio hacia la posible aprobación a las leyes secundarias de Telecomunicaciones se reflejará en cualquier futura encuesta.

Es difícil recordar en los últimos años a un presidente con tan baja aprobación apenas en el segundo año de su mandato, aunque muy pocos de sus antecesores podrían presumir de tener algún remanente de popularidad una vez que dejaron Los Pinos, o incluso antes.

En el caso de Peña Nieto, sus problemas con la opinión pública comenzaron apenas iniciada la campaña y han ido en aumento, por más que oficialmente se insista en los "alentadores resultados" de su gobierno, que minimizarían, según se afirma, cualquier cifra de aprobación o disgusto respecto a las decisiones implementadas. Esta última encuesta forma parte de una serie que ha estado registrando, sin excepción, una notoria caída de Peña Nieto. En la encuesta de Buendía&Laredo, el condensado en marzo da al presidente un nivel de aceptación del 45 por ciento y un 49 por ciento en contra.

Cuando arrancó este gobierno, el presidente tenía un 45% de aprobación respecto a un 22% de desaprobación; tras la captura de Elba Esther Gordillo, esta aprobación subió al 56 por ciento, pero, a partir de ese periodo, el rechazo social comenzó a crecer y se ubicó en 31 por ciento, en gran medida por los estragos de la desaceleración económica provocada por las ineficaces acciones de gobierno.

El índice de Confianza al Consumidor se desplomó diez puntos de octubre a noviembre pasados y sólo hasta marzo recuperó cinco puntos de los perdidos. Paralelamente, la encuesta de GEA-ISA reveló que un 57 por ciento de los mexicanos está en desacuerdo con la reforma fiscal, un 46% asegura que paga más impuestos y un 63% reconoció la necesidad de reducir sus gastos. Las clases altas y medias, donde se encuentra la base de contribuyentes, son las más afectadas, aunque para los miles de familias de bajos recursos el panorama no es promisorio en absoluto.

Para todo gobierno y para quienes lo encabezan, la aprobación ciudadana constituye un factor crucial, porque es lo que otorga sustento a las decisiones de gobierno; sin este voto de confianza, difícilmente se puede avanzar en credibilidad y tampoco en la implementación de medidas, por más benéficas que puedan ser.

En este contexto, el gobierno está ante la disyuntiva de continuar con el diseño original del principio; es decir, seguir adelante con el modelo de reformas estructurales -lo que ha contribuido a su actual escasa popularidad- o dar un viraje que le garantice consolidarse como líder de un país que requiere simultáneamente crecimiento y paz social. No corregir el rumbo e ignorar la voz ciudadana podría dificultarles todavía más la tarea de gobernar a Peña Nieto y equipo, incluso con riesgos graves, como tener un conflicto social que pueda tomar fuerza y extenderse por todo el territorio nacional.

Si, a menos de dos años del sexenio, el Ejecutivo Federal tiene tal desaprobación encima, es muy fácil pronosticar, de no intentar un cambio en esa tendencia, que avanzará la organización de la sociedad y se ejercerá especial presión para echar atrás cualquier iniciativa que afecte a la gente, como ya ha sucedido y está sucediendo.

Ahora bien, al parecer, ante todo esto, el gobierno estaría enviando señales de establecer nuevos acuerdos para enmendar la plana en materia de cobro de impuestos y antier surgieron, incluso, posibilidades de un replanteamiento sobre la legislación secundaria de telecomunicaciones, particularmente en lo relativo a permitir el uso libre de internet y a derribar todo intento de censura.

El liderazgo crece cuando se admite el error y es corregido a tiempo; Peña Nieto está ante esa gran oportunidad.

UNA MANIFESTACIÓN REALIZARON ayer seguidores de los líderes del COCOPO aprehendidos antier por la presunta comisión del delito de despojo, en agravio de una empresa inmobiliaria. Los manifestantes anunciaron más movilizaciones hasta que sean puestos en libertad sus dirigentes, a quienes consideraron "presos políticos"... EMOTIVO HOMENAJE DE cuerpo presente rindieron ayer los panistas duranguenses a Federico Ling Altamirano, en la sede estatal de ese instituto político... OTRA VEZ SE retrasaron los recursos del centro y sigue sin concluir la obra de transformación en el bulevar Guadiana, según reconoció el titular de Obras Públicas, César Guillermo Rodríguez. Así que esta vía quedará lista hasta nuevo aviso.

TWITTER @rubencardenas10

Escrito en: aprobación, Peña, encuesta, presidente

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