El dólar está imparable
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y la caída de los precios internacionales del petróleo fortalecieron la posición del dólar frente a las otras divisas, entre las que destaca del peso mexicano.
El billete verde cerró ayer en 22.10 pesos en la ventanilla de los bancos, 45 centavos por arriba de su cotización del lunes, con lo que alcanza un nuevo máximo histórico.
Desde el triunfo republicano en las elecciones presidenciales el pasado 9 de noviembre, el dólar no había tenido un repunte tan fuerte como el que registró en la jornada de ayer martes.
En los mercados internacionales el peso sufrió una depreciación de 42.50 centavos, cotizando alrededor de 21.80 pesos por dólar, ubicándose como la moneda con mayores pérdidas después de la lira turca.
A su vez, el dólar se depreciaba ayer martes frente a una cesta de monedas por el nerviosismo que rondaba los mercados antes de la primera conferencia de prensa de Donald Trump programada para hoy miércoles al mediodía.
A los inversores les preocupa que el presidente electo -quien asumirá el cargo el 20 de enero- pueda sacudir a los mercados en su conferencia de prensa, mediante la adopción de una línea agresiva en temas tales como política comercial, proteccionismo y las relaciones con China y México.
No obstante, el peso se encuentra entre las divisas con mayores pérdidas por los eventos de los últimos dos días.
Por un lado, la advertencia de este fin de semana de la armadora Fiat-Chrysler, de que podría frenar sus inversiones si se imponen aranceles a México, resultó una nueva sorpresa negativa que deterioró la demanda por pesos en el mercado cambiario.
Asimismo, el peso y las divisas de otros países productores de crudo se vieron afectados ayer martes, luego de que los precios del petróleo reportaran por segunda sesión consecutiva una baja.
La mezcla mexicana cayó 2.54 % para ofrecerse en 44.05 dólares, su menor nivel desde el pasado 15 de diciembre.
La semana pasada el Banco de México (Banxico) intervino en el mercado cambiario inyectando 2,000 millones de dólares, lo que en opinión de los especialistas resultó insuficiente para reducir la volatilidad cambiaria.