El siglo de durango
Los niveles delictivos en el estado implican un costo estimado de 28 mil pesos por cada duranguense.
Con este monto, Durango ocupa el décimo lugar a nivel nacional en cuanto al impacto económico per cápita de la violencia, de acuerdo con el recién publicado Índice de Paz México 2017.
Según el análisis realizado por el Instituto para la Economía y la Paz, el estado de Durango invirtió 28 mil pesos por ciudadano para la contención de la violencia.
Durango y Tabasco se ubican en la décima posición en este tema, con la misma cantidad de recursos aplicados.
Colima se situó como el estado que registra un mayor gasto per cápita, con 66 mil 500 pesos, por encima incluso de Guerrero cuyo gasto per cápita fue de 53 mil 600 pesos, y Baja California Sur con 50 mil 200 pesos.
Por el contrario, Nayarit es el estado con menor gasto per cápita derivado de la violencia, con 10 mil 220 pesos; seguido de Chiapas, con 11 mil 850, y Veracruz con 12 mil 800.
Los resultados del Instituto para la Economía y la Paz refieren también que el impacto nacional de la violencia per cápita alcanzó los 25 mil 030 pesos en 2016; esto significa que el gasto en Durango es casi tres mil pesos superior.
Estos montos permitieron establecer además, que el impacto en cada habitante del país es mayor que el salario mensual promedio.
Los indicadores refieren que en donde hay poca paz el impacto económico de la violencia es más acentuado; dado el alto costo de un homicidio, algunos estados muestran peores resultados en el impacto económico de la violencia.
Este es el caso de Colima, que presentó la mayor tasa de homicidio de México en el estudio realizado en el año 2016 y tiene una población relativamente escasa, lo que a su vez genera una carga económica más notable para cada uno de sus habitantes.
Por otra parte, se tiene que el impacto económico por persona es cuatro veces mayor en Guerrero el estado menos pacífico (53 mil 600 pesos), por contraste con Yucatán, el más pacífico (14 mil 600 pesos).
El Índice de Paz México 2017 hace un especial énfasis en el hecho de que los estados menos pacíficos se enfrentan a pérdidas económicas mayores por habitante, lo que les resta recursos para el desarrollo económico y social.