Sabor a Durango
A la rueda, rueda de san miguel Todos traen camote y miel... De guayaba el saborcillo con canela y piloncillo.
Tierra color de membrillo Y corazón de manzana Aspiras cada mañana Chocolate y molinillo.
Humeante danza de olores, Desborda el jarro de espuma Y naufragan en la bruma De tus sueños los sabores.
Batir la rosca de natas, Era un rito religioso; En mi recuerdo borroso A la tía Lupe retratas.
Dale ritmo al marquesote (de oro treinta y seis yemas, Harina, azúcar apenas) Con vara de tejocote.
Panes de “Semana Santa” Vía crucis y tenebrario, Son crespones y sudario, Anís sobre harina blanca.
La herencia mestiza vaga En el gusto de tu casa, Cubiertos de calabaza, Chilacayote y biznaga.
De fruta seca “orejones” Duraznos peras e higo, Compotas y pan de trigo, Tesoros en bodegones.
Pastas de nueces o almendras, Son sabores celestiales; Las cajetas, los tamales, De fiesta suntuosas prendas. Cominos y tomatillo, Guisado de carne suave, Cazuela que a norte sabe Y a sol con chile guajillo.
De añoranzas y tomillo, Verbena en “chile pasado” ¿Acaso no es de venado y durangueño el caldillo?