Los municipios enclavados en la Sierra Madre Occidental más cercanos al municipio de Durango, se convirtieron -en los años recientes- en la zona del estado que acapara la mayoría de los asesinatos.
La incidencia en estos lugares es tal, que sumando Mezquital, Pueblo Nuevo, San Dimas y Tamazula, se contabiliza el 62 por ciento de los homicidios dolosos que ocurrieron en el estado durante la primera mitad de 2017.
Sin embargo no es una situación nueva: el problema se acarra cuando menos de 2014, luego de que la espiral de violencia que colocó a la capital del estado y la zona conurbada de la Laguna entre las ciudades más violentas del mundo, vino a la baja.
De acuerdo a los datos publicados en la estadística de Incidencia Delictiva Municipal, del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre enero y junio del 2017 se tomó conocimiento de 66 homicidios dolosos perpetrados con arma de fuego.
Precisamente los municipios de Mezquital y Tamazula acapararon el 19.6 por ciento cada uno de las carpetas de investigación derivada de esos crímenes. Otro 15 por ciento ocurrieron en Pueblo Nuevo y 7.5 por ciento en San Dimas.
Durango, aunque forma parte del "Top 5" con 16.6 por ciento, la cifra contrasta con la cantidad de habitantes que tiene, al ser (con más de 600 mil) la población más importante del estado.
Al cierre del 2016 ya se percibían dichas condiciones de violencia. Durante ese año, Tamazula concentró el 16.8 por ciento de los 154 homicidios dolosos con arma de fuego ocurridos en toda la entidad; mientras que en Mezquital ocurrieron otros 12.9 por ciento.
Entre Pueblo Nuevo y San Dimas sumaron otro 16.10 por ciento de homicidios de este tipo, lo que representa que esas cuatro demarcaciones concentraron el 45.8 por ciento de los expedientes.
Antes, en los años 2015 y 2014, dichas demarcaciones (que concentran también las principales zonas de cultivo de enervantes) también se mantuvieron en los primeros lugares del indicador.