Generales y Durango, un amor que nace para durar años

Cuando la Liga Mexicana oficializó el regreso del béisbol profesional a Durango, nadie imaginó que la respuesta de la afición sería tanta que sobrepasó la expectativa no solo de la directiva, jugadores, cuerpo técnico y autoridades; hoy el rey de los deportes es una realidad en el Valle del Guadiana a donde llegó para establecerse por muchos años.

La incertidumbre no dejó de rondar a los Generales desde que fueron anunciados, pues a pesar de que se trabajaba a todo vapor con la remodelación del estadio Francisco Villa, el tiempo se venía encima y el campo de entrenamiento tardó en iniciar. Finalmente los jugadores comenzaron a llegar iniciando su trabajo de pretemporada, logrando levantar el título del Sister City baseball Classic en Laredo.

SENTIMIENTOS

La espera parecía interminable, pues los planes para jugar en el estadio Francisco Villa el martes 18 de abril tuvieron que aplazarse por razones de seguridad, no solo de los jugadores sino también de los aficionados quienes merecían un estadio cómodo y totalmente terminado, para que pudieran disfrutar del rey de los deportes.

Un mes pasó sin que los Generales pudieran jugar en su estadio, ante su gente, pero ya se comenzaba a asomar el fenómeno que el béisbol se convertiría en unas cuantas semanas, pues a través de las redes sociales daban su apoyo aún sin conocer a quienes defendían el nombre de la ciudad en el terreno de juego.

ALEGRÍA

¡Por fin llegó el gran día! Las luces se encendieron, la afición llenó el estadio y se llevaron un gratísimo sabor de boca al ver el nuevo estadio Francisco Villa, totalmente remodelado y listo para recibir 38 años después el béisbol profesional; por fin los Generales pudieron presentarse ante su gente. Los resultados tardaron en llegar, fue una primera semana difícil, pero el apoyo jamás dejó de sentirse, sorprendiendo a los propios jugadores quienes veían como la afición hacía, desde las gradas, la parte más importante, brindar el apoyo hasta el último out.

Las victorias comenzaron a caer, el apoyo fue en aumento, los aficionados comenzaron a reconocer a sus jugadores y nueves ídolos fueron naciendo. Hubo de todo; victorias apretadas, duelos de pitcheo, honrosas derrotas, siete series ganadas de forma consecutiva, un récord a punto de romperse, batazos para ganar el juego, mascota, porristas, el baile particular del Francisco Villa cuando lo Generales pegan de hit o anotan carrera, el estruendoso grito de ¡Durango, Durango! que hacía retumbar el estadio, peticiones de matrimonio, la ola con el estadio lleno, el extraordinario ambiente familiar en las gradas, pero sobre todo ese apoyo incondicional de los aficionados que jamás dejaron de apoyar al equipo un solo instante, hasta el último out, hasta la última esperanza de ganar el juego, hasta el último aliento del juego.

  EMOCIÓN

Por todo esto, apenas en su primera temporada, Durango es ya una de las aficiones más leales, más entregadas y la mejor de la Liga Mexicana.

Ha sido una temporada de mucho aprendizaje, de muchas satisfacciones, pero lo mejor está por venir. Años quedan por delante con los Generales de Durango en la geografía del béisbol mexicano. Una nueva etapa en la Liga Mexicana está por llegar luego de 92 años de existencia del circuito, nuestro compromiso es ofrecer un espectáculo de calidad y un equipo que luche en cada inning en el terreno de juego. En el 2017 hemos colocado la primera piedra de lo que en un futuro no muy lejano será un equipo protagonista en la liga, que peleé por dar a la afición un cúmulo de emociones, satisfacciones y éxitos.

  COMPROMISO

Durango es nuestra casa, porque la afición nos ha recibido con los brazos abiertos, cualquier palabra para agradecer el apoyo de la nuestra afición es pequeña ante el gran regocijo y orgullo que sentimos de poner en alto el nombre de Generes de Durango.

¡Muchas gracias a la mejor afición de la liga mexicana de béisbol, Nos vemos en el 2018!