A pesar de la variedad tan amplia de artesanías típicas de Durango, el grueso de los artículos que se expenden en mercados y vendimias tradicionales de esta ciudad provienen de fuera.
Incluso, una buena parte de los relojes, alhajeros, ceniceros, portallaves, jarrones, “caballitos tequileros”, encendedores y arreglos de decoración diversos ni siquiera son artesanías, sino productos de fábrica elaborados bajo procesos industriales y no manuales.
Y para sorpresa de muchos: están hechos en países asiáticos como China, Taiwán, Indonesia o Corea, y son introducidos al país y luego a la ciudad de Durango a través de proveedores que se encuentran en Guadalajara o en la Ciudad de México.
Un recorrido hecho por este matutino comprobó que los comerciantes de artesanías hechas a base de alacranes reales disecados, típicos de Durango, optan por comprar muchos de estos productos con vendedores que provienen de otros estados de la República.
Es el caso, por ejemplo, del alacrán y otros arácnidos que llegan a la ciudad de Durango originarios del estado Guerrero, ya que alegan los comerciantes que es más grande y más económico este bicho muerto y colocado en protecciones plásticas para su lucimiento.
“INVASIÓN ASIATICA”
Famosos por hacer réplicas de casi todo, los fabricantes chinos son considerados de los más importantes para la elaboración de productos “piratas” de todo tipo, incluyendo recientemente la producción de artesanías típicas mexicanas, e incluso con leyendas específicas de los estados del país.
Román López Martínez, locatario del Mercado Gómez Palacio de la ciudad de Durango, explica que muchas de las artesanías ya no son originarias de Durango, pues los proveedores de fuera han ganado terreno a los artesanos locales, dado que los primeros surten cada mes o mes y medio de todo lo que el vendedor necesite, y a precios accesibles.
“A mí me llega mercancía de Guadalajara, de Guerrero o de México, pues aquí en Durango casi se hacen nada más los llaveritos de baqueta o los relojes de vidrio, pero es mínimo. Casi todo es de fuera. Y se lo traen hasta acá ya con leyendas y grabados típicos de Durango”, añade.
Ante la pregunta de si sus productos son chinos o taiwaneses, responde: “no, pues creo que nada”. Sin embargo, en su negocio abundan alhajeros, jarrones e incluso pequeñas figurillas de maderas delgadas decoradas con pirografía fina, los cuales provienen del Continente Asiático, según lo reconoce otro distribuidor del mercado.
Lo que si acaso se añade por manos duranguenses es la adhesión de uno o varios alacranes disecados, y un grabado adicional y de diferente confección que dice: “Recuerdo de Durango”.
De ahí que don Román López exponga: “todo eso que ve de madera aquí no lo hacen, se fabrica en estados del centro y sur del país, y aquí nada más se le pone el alacrán. De aquí solamente los llaveros de vaqueta. Yo no creo vender artículos chinos... aunque sí sé que ellos vienen y toman modelos para llevárselos y allá los reproducen en sus países”.