Para las festividades de Año Nuevo, no todos desean pasarla en la clásica cena familiar o en algún bar o restaurante; hay quienes prefieren viajar y conocer nuevos destinos.
Además de bonitos, los que se mencionan aquí, son escapadas muy cercanas a la capital mexicana y son catalogados como Pueblos Mágicos, lo que de entrada resulta atractivo para varios viajeros.
1. Villa del Carbón
Este Pueblo Mágico es uno de los mejores secretos que esconde el Estado México. Está rodeado por bosques fríos, manantiales y parajes como Presa del Llano, donde puedes deslizarte por una tirolesa, cabalgar y remar en la presa. Alrededor, hay cabañas para parejas y familiares, el costo va desde los 400 pesos por noche.
Lleva todo lo necesario para una carnita asada, la presa está rodeada por varios asadores, mesas y bancas. No olvides llevar tu propia bolsa de carbón y recoger todos tus desechos. Dentro del parque hay puestos de quesadillas y café de olla.
2. Peña de Bernal
Es obligado ascender la Peña de Bernal, en el estado de Querétaro, y apreciar el paisaje semidesértico. Este macizo tiene 300 metros de altura y es considerado el tercer monolito más grande del mundo. Existe un safari para rodear una de las caras del monolito. Visita la capilla de la Santa Cruz, el Cuartel Militar, El Castillo y El Mesón de San José. Echa un vistazo a las tiendas de dulces de piñón y artesanías hechas en lana y manta, como los jorongos. Otro atractivo es su Museo de la Máscara, con 300 piezas procedentes de todo el mundo.
Toma tus precauciones monetarias; son pocos los establecimientos que aceptan tarjeta y los únicos dos cajeros suelen quedar sin fondos en fin de semana.
3. Zacatlán de las Manzanas
Este Pueblo Mágico del estado de Puebla tiene muchas maravillas naturales, una de ellas es el Valle de Piedras Encimadas. Renta un paseo a caballo para explorar todas las formaciones rocosas. Después, déjate empapar por la cascada Tulimán, su caída se divide en tres cuerpos con alturas de 250 y 300 metros. Aprecia el paisaje de barrancas profundas desde el Mirador de la Barranca de los Jilgueros, es un puente con piso de cristal. No te vayas sin conocer el Museo de la Relojería.
4. Tetela de Ocampo
La primera parada debe ser en las cascadas de Aconco, a 45 minutos del centro de Tetela de Ocampo, también en Puebla. Los cuerpos de agua rompen en pozas cristalinas donde está permitido nadar. Las cascadas se pueden descender en rappel o volar sobre ellas en una tirolesa. Las Grutas de Acocomoca están un poco más retiradas, pero valen la pena. Con casco y linterna se exploran las entrañas de la tierra, hay salones con formaciones rocosas. En el centro de Tetela de Ocampo encontrarás la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, el museo Los Tres Juanes y el cerro El Zotolo. Te recomendamos ver el amanecer desde aquí, podrás admirar el Pico de Orizaba.
5. Tepoztlán
La pirámide del Tepozteco ya ¡está abierta! Así que llega temprano para hacer la caminata "de ley" hacia el cerro y su antiguo centro ceremonial. Chacharea en la Avenida Revolución y llévate a casa palos de lluvia, teponaxtles, ropa de manta, pinturas en papel amate, collares, pulseritas y aretes hechos en madera. Aprovecha y desintoxícate en un temazcal, los hay desde 350 pesos.
En Tepoztlán, Morelos, abundan los locales que hacen fotografía del aura, masajes y lectura de mancias.
Vete al tianguis a deleitar con los famosos itacates, son gorditas de maíz en forma de triángulo rellenas de varios guisados. Por nada del mundo debes dejar de probar un mojito, sobre Avenida Revolución encontrarás varios puestos que los preparan incluso como frappé. Los más pequeños son de un litro.