El logro de la calidad de vida en un libro reciente de psicólogos de Durango

Hay lugares comunes que no pierden validez. Afirmar, por ejemplo, que el libro continúa siendo el mejor transmisor del conocimiento es una realidad incuestionable en un siglo preponderantemente consumidor de imágenes digitales. Pueden, pues, cambiar los soportes del papel al pixel, de acuerdo a los nuevos tiempos-, sin embargo el vehículo continúa siendo el mismo: el viaje que va del autor al lector, en ese invento que Borges (imprescindible en el tema) sobreponía al arado o el telescopio. Porque el libro –señalaba con razón el célebre escritor- es la extensión de la memoria.

Y algo más. Por su propia naturaleza, las obras escritas –sobre todo las que representan los más altos valores de espíritu- son las verdaderas constructoras de la humanidad, o para decirlo con mayor precisión: del humanismo, en cuanto a energía positiva en favor de la ética, la valoración de la belleza y la disposición o el cultivo de la alegría. Para llegar apreciar la vida como a un tesoro que se conquista diariamente.

‘El logro de la calidad de vida. Psicólogos duranguenses’, el libro que ahora se abre en nuestras manos, se inscribe en este lejano y siempre renovado horizonte intelectual. Es una serie de artículos que van encaminados a enfatizar la cultura del aprendizaje, en principio, de uno mismo, para luego observar otros estadios de superación personal, en el óptimo sentido del término. Y para ello no es infrecuente en las presentes páginas encontrarnos con el apunte autobiográfico de los participantes, como una primera escuela de entrenamiento, cuyas experiencias –que no excluyen el dolor o el sufrimiento, por supuesto- se verán después acompañadas del apunte del estudio profesional.

Se trata entonces de una atractiva mezcla de práctica y teoría, en base a las consultas del ejercicio periódico del psicólogo enmarcadas –subrayo- en las lecciones heredadas de los maestros fundadores de la materia. Conceptos como ‘Bienestar’, ‘Felicidad’, ‘Crecimiento’, ‘Plenitud Vita’l van encontrando en el volumen su apoyo reflexivo y, sobre todo, el beneficio que se derivará de su aplicación metodológica. Estamos al final ante una escritura disfrutable y aprovechable. De verdad gratificante. Al tono personal le da sustento el recurso aprendido en el trabajo continuo y se consolida en la labor de la investigación académica.

Otro de los rasgos de la obra que agradece el lector no especializado, será, seguramente, la integración al cuerpo textual (o como artículos completos) de una variedad de aportaciones artísticas y filosóficas. Son recurrentes las citas poéticas, la sabia frase del pensador o las alusiones a la pintura –entre tantas referencias- junto al rigor y la bibliografía del tratadista, lo que reafirma que el conocimiento se define cada vez más, y como en las primeras eras del hombre, como un sistema de relaciones interdisciplinarias.

Y para arribar a esta afortunada suma editorial, el proyecto debe mucho a los buenos oficios de Héctor González Ramírez, quien ya cuenta con una reconocida trayectoria cultural. La iniciativa y el seguimiento de ‘El logro de la calidad de vida. Psicólogos duranguenses’ refrendan también el compromiso del psicólogo y escritor, durangueño de merecimiento y adopción, por el desarrollo integral de su entorno social.

Un propositivo título llegará a las bibliotecas y librerías. Será el fruto admirable de existencias encaminadas a servir a sus semejantes. Y así contribuirán a lo que George Steiner en un memorable ensayo enfatizara a propósito de la capacidad renovadora de la escritura: “Como la comunidad de valores tradicionales está hecha añicos, como las palabras mismas han sido retorcidas y rebajadas, como las formas clásicas de afirmación de metáfora están cediendo el paso a modalidades complejas, de transición, hay que reconstruir el arte de la lectura, la verdadera capacidad literaria”. (Prólogo a la obra de referencia, libro publicado por el Gobierno del Estado de Durango, a través del Instituto de Cultura del Estado de Durango, en este 2018. La presentación editorial tuvo lugar el pasado viernes 12 del mes en curso en el Instituto de Bellas Artes de la UJED).