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La (ex)supercarretera de las desilusiones

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La (ex)supercarretera de las desilusiones

La (ex)supercarretera de las desilusiones

JORGE PÉREZ ARELLANO

Nadie puede negar que el trazo de la nueva vía Durango a Mazatlán fuera una de las grandes obras del nuevo siglo en México. Abrir un nuevo camino en medio de la Sierra Madre Occidental representó un reto de ingeniería internacional que tardó más de una década en construirse.

Sin embargo, conforme ha pasado el tiempo hemos podido constatar que no fue construida con los materiales ideales que una magna obra como esta requería. Y es que lamentablemente, en este país, casi toda gran obra que ejerce miles de millones de pesos en México se ve envuelta en escándalos de corrupción que señalan a las empresas constructoras.

Es cierto que la naturaleza ha sido parte importante para evidenciar las fallas y defectos que tiene la supercarretera, lo que ha ocasionado deslaves, derrumbes y afectaciones en puentes, rectas y túneles en los más de 230 kilómetros de la rúa. Pero también hay tramos en los que se puede apreciar que los desperfectos son "humanos", al no haber realizado un trabajo adecuado.

¿Recuerda el accidente donde perdió la vida una familia que utilizó la rampa de frenado? Esta estructura que, se supone sería su salvación, estaba en mantenimiento y no cumplió con su cometido. ¿Recuerda aquella tragedia en la que dos camionetas llenas de pasajeros se encontraron en un entronque y que dejó varias personas muertas? No había la señalización adecuada que les indicara a los automovilistas foráneos cómo y por dónde circular. ¿Cuántos vehículos han volcado por baches (traducido en falta de mantenimiento adecuado)? Y así, ejemplos han muchos.

Han pasado apenas cinco años oficialmente desde su inauguración y cada vez son más largos los periodos en que la carretera permanece cerrada parcialmente por trabajos de reparación. Sucedió en diversos tramos donde los deslaves ocasionados por las fuertes lluvias afectaron la cinta asfáltica. Sucedió también, por más de un año, en un túnel que casi colapsó y que tuvieron que reforzar. Ocurrió en un tramo donde una supuesta falla geológica habría provocado un deslave que afectó un tramo importante. Y ahora esta última, donde se espera que al menos en un par de meses no se pueda circular debido a las afectaciones que provocó una pipa que se incendió, entre muchas otras.

Muy lejos han quedado aquellas dos horas y 15 minutos efectivas de viaje que se hacían del puerto de Mazatlán a Durango cuando recién se inauguró. Hoy, entre trabajos, accidentes y afectaciones, se pueden hacer hasta seis horas dependiendo el vehículo. Pero eso sí, los precios siguen en aumento cada año, como si los altos peajes se vieran reflejados en un buen mantenimiento.

Atrás deben de quedar los débiles discursos de los tres órdenes de Gobierno en donde "solicitarán" a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), así como a Caminos y Puentes Federales (Capufe) que acelere los trabajos en la vía.

Hoy, los mandatarios de Durango y Sinaloa deben exigir a las autoridades un trabajo intenso y efectivo que permita que la supercarretera (que de súper cada vez tiene menos) que la rúa esté totalmente lista para antes del próximo periodo vacacional, porque a ninguno de los dos le conviene que se prolongue el cierre.

Lamentablemente, en Durango cada vez es mayor la desilusión de lo que ocurre con esta carretera que parece un barril sin fondo, la que poco nos ha traído del progreso anunciado y ahora también nos dificulta las "escapadas" al lugar de descanso preferido. ¿Será que algún día pueda retomar el nombre de supercarretera?, ¿Usted qué opina?

Twitter: @jperezarellano

Escrito en: Sin Restricciones cada, Durango, Pero, ahora

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