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El gasolinazo en 2018

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El gasolinazo en 2018

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OMAR ORTEGA SORIA

Los pesimistas tuvieron algo de razón; aunque los combustibles no alcanzaron, en la práctica, los 20 pesos que algunos empresarios del sector pronosticaban, se sigue manteniendo un esquema subsidiado que ha permitido que se mantenga un precio artificial de la gasolina, que en 2017 implicó que México dejara de recaudar 70 mil millones de pesos.

Esto es una gran noticia para un sector de la población, quien siempre ha luchado por tener un precio bajo, pero sigue significando un subsidio que favorece a los más ricos (los que consumen más combustibles) y que perjudica al ambiente (al no permitir la transición a otros medios de transportes más sustentables).

Con el gasolinazo de hace un año tuvimos disturbios sociales, desabasto de combustibles, una espiral inflacionaria, surgieron los huachicoleros e innumerables líderes políticos que vieron una bandera; por lo que sería muy irresponsable para la gobernabilidad y un harakiri político para el partido en el poder, permitir que en pleno año electoral se incrementara el precio de los combustibles.

A pesar de que el Gobierno no establece directamente el precio de los combustibles, si influye en su estabilización, a través del cobro de su impuesto (IEPS), por lo que decidió que si a nivel internacional, subía el precio del dólar y del barril del petróleo, el Gobierno cobraría menos impuestos a la gasolina, y viceversa. De esta forma, durante los primeros días de enero, en lugar de que el gobierno recibiera 4.59 pesos por litro, solo recibió 2.25 pesos de impuestos. Es decir, hoy veríamos un precio de la gasolina cercano a los 19 pesos.

Hasta antes de la Reforma Energética, Pemex era el único autorizado para producir, importar y distribuir todo el combustible en México, al mismo tiempo que se tenía un único precio. Ahora Pemex puede rentar a otras empresas su capacidad en ductos o terminales de almacenamiento, y la gasolina fluctúa como cualquier otro producto del mercado, sin que el gobierno decida directamente su precio.

Ahora bien, aunque no es conveniente continuar con el esquema anterior, si tenemos que hacer que existan las condiciones para que el Gobierno deje de subsidiar la gasolina y que el consumidor absorba el costo real, al mismo tiempo que como sociedad transitamos a esquemas energéticos más sustentables, nada sencillo ni rápido.

Veamos algunas cifras. Durante 2017, la gasolina magna en Durango promedió 16.20 pesos por litro, siendo Jalisco el estado donde fue más cara, al costar 16.34 y Tamaulipas la más barata con 13.96 pesos por litro, por lo que el costo de la gasolina en Durango se encuentra por arriba del promedio nacional de 15.81. Si analizamos los precios reportados por las gasolineras para el 16 de enero en Durango, podemos encontrar la gasolina más barata en 16.57 y la más cara en 17.59.

Comparando el precio promedio de la gasolina en Mexico, es fácil darnos cuenta que todavía se encuentra por debajo de niveles internacionales, de 22.38 pesos por litro, siendo el más alto el de Hong Kong con 39.36 pesos por litro y el más bajo, el de Ecuador y Venezuela alrededor de los 8 pesos. El problema es que países con mayor poder adquisitivo, tienen un precio más bajo, por ejemplo, en Estados Unidos promedia 14 pesos. El Gobierno está en una encrucijada, no puede cacaraquear que subsidia la gasolina, porque sería incongruente y no puede dejar de hacerlo, porque sería su despedida.

Twitter: @omarortegasoria

Escrito en: Pulso Legislativo precio, gasolina, pesos, Gobierno

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